Cautela en la primera jornada de desconfinamiento en Barbastro
Adultos y menores han tomado todas las medidas de seguridad en su primer paseo tras más de un mes de confinamiento
La cautela reinaba en la primera jornada de desconfinamiento infantil en la ciudad de Barbastro. Padres y madres tomaban todas las medidas necesarias para que los más pequeños pudieran salir a la calle tras 44 días de encierro a causa del COVID-19 y el Estado de Alarma. Los niños seguían a rajatabla las directrices de sus padres en un primer paseo que "era un poco raro" como añadían algunos pequeños.
Muchos recorrían las calles de Barbastro a pie, mirando envidiosos a los que habían sacado a pasear el patinete o la bicicleta, “yo mañana salgo con la moto”, afirmaban algunos de los pequeños que madrugaban para dar un primer paseo por un Barbastro casi desierto. Los pequeños ocupaban las calzadas sabiendo que había que cumplir con la distancia de seguridad, cogidos de las manos de sus padres y sin apenas hablar entre ellos.
La cautela y el miedo eran los sentimientos de muchos padres que esperaban que llegara este momento, pero destacaban que salían a la calle con una cierta reticencia, “más que nada porque no sabíamos como se iba a comportar, por el momento va bien”, argumentaban. Algunos de ellos sí portaban mascarilla, sobre todo los más mayores, incluso algunos pequeños customizaban la suya para una primera salida a la calle que también les permitía comprar cromos, libros y pegatinas.
Apenas existían aglomeraciones en parques y plazas y es cuando una familia llegaba, el resto dejaba paso o abría hueco teniendo en cuenta la distancia de seguridad de dos metros. Muchos padres también aprovechaban la salida para estirar las piernas, “lo necesitábamos más nosotros que ellos”, afirmaba un padre que aplaudía la actitud de sus hijos a lo largo del confinamiento.
Una imagen que algunos transeúntes que iban a comprar el pan agradecían, “da gusto ver niños en la calle otra vez”, destacaba una anciana a las puertas de una panadería que también era reclamo para los pequeños de casa que volvían a comprar bollos y caramelos tras más de un mes de confinamiento.
Medidas de prevención
Como ya anunciaba el Ayuntamiento de Barbastro, los agentes de la Policía Local hacían entrega de mascarillas de varias tallas a los más pequeños en su paseo. Precisamente muchos eran los niños que se acercaban a los hombres y mujeres de las “sirenas” para conseguir una mascarilla para sus pequeñas caritas “como la que lleva mamá y papá”.