Cifras poco positivas en cuanto a reciclaje de papel y envases en el territorio Grhusa

Las cifras de reciclaje de basuras en el territorio de la Agrupación de residuos Ghrusa, nos sacan los colores, porque han empeorado en este último año, al menos con respecto a momentos anteriores a la pandemia. Hay áreas de mejora, tanto en lo que es la recogida de papel y cartón, y de envases.

El pasado año se recogió un 4,75% más de papel y cartón, en el contenedor azul. Sin embargo, con respecto a 2019 ha habido un descenso del 6% que no se ha recuperado. Por lo que respecta a plásticos y envases del contenedor amarillo, hubo un incremento en los años 2019-2020 del 5%, pero el pasado año, las cifras se mantuvieron, cuando lo ideal sería seguir creciendo.

Y en cuanto al vidrio, el reciclaje domiciliario en los iglús creció en 2020, pero no el pasado año, que sí se incrementó en la hostelería, señal de que reabrieron los negocios.

La gerente de Grhusa, Teresa Viu, reconoce que no reciclar es más fácil, que es más fácil echarlo todo a un contenedor, que separarlo en cinco; sin embargo, asegura que también es negativo a la postre para nuestra calidad de vida.

Huesca capital vivió el pasado año la extensión a casi toda la ciudad del quinto contenedor, el marrón de materia orgánica. Quedan todavía los barrios de Santo Domingo y San Martín y Perpetuo Socorro, a donde se prevé que llegue a finales del primer trimestre o principios del segundo. Después se implantará en jaca y Sabiñánigo, localidades donde es obligatorio, al tener más de 5.000 habitantes.

Quienes utilizan el contenedor de orgánico hacen muy buen uso, con una cantidad de “impropios” muy baja, de entre un 0,5 y un 1%. Esto permite generar un compost en la planta de muy buena calidad. El problema es que son muy pocos los que hacen este reciclaje. La estimación que se hace desde Grhusa, con relación a las previsiones existentes, es que solo reciclan un 16