Cinco horas de ronda por las calles de Graus
La ronda comenzó a las 22h en la plaza Mayor y concluía a las 3 de la madrugada
A las 3 de la mañana finalizaba la ronda de Graus que comenzaba a las 22 horas en la plaza Mayor y que concluía, cinco horas después, en la calle Isábena rondando a los repatanes de los núcleos agregados. En medio el recorrido por las calles de Graus rondando a algunos de los protagonistas de las fiestas. A pesar de la lluvia que hizo acto de presencia en diferentes momentos de la mañana y de las tarde, la noche de ronda se desarrollo según el guión previsto, con absoluta normalidad y con la compañía de los grausinos que, un 10 de septiembre más, arroparon a la rondalla Francisco Parra y los cantadores Javier Badules y Paco Lasierra.
La ronda comenzó en la plaza Mayor, donde, como cada año, los primeros en ser agasajados con unas coplas fueron la alcaldesa, Gemma Betorz, el presidente de la comisión de fiestas, Javier Salamero, y la jueza de paz, Clara Naval, que escucharon atentamente, esas jotas, desde el balcón del Ayuntamiento.
En ese mismo escenario, Badules y Lasierra dedicaron sus ‘mejores jotas’ a Vicente Colomina, la rondalla, los concejales, a los medios de comunicación, Radio Graus y la Tele Graus, personalizados en Marian González y Elena Fortuño, o a los fichajes ‘orientales’ del Real Zaragoza y la SD Huesca.
En la plaza se rondó también a una danzanta antes de desplazarse a la calles General Mur para ofrecer unas coplas a las hermanas Carmelitas, a las danzantas infantiles y a los párrocos, Nacho Cardona, Aurelio Ricou, que este año celebra el 50 aniversario de su ordenación, y Julián David Sepúlveda.
Este año, no se rondaba en la residencia de la tercera edad, puesto que, se decidió, que para, no molestar a los mayores que a esas horas ya duermen, se les rondará el día 12 antes del inicio de las fiestas.
Las capillas de la virgen del Rosario, San Vicente, la Virgen del Muro y San Joaquín, danzantas, repatanes, y prior de la cofradía también recibieron las jotas más inspiradas hasta concluir a las 3 de la madrugada tras haber rondado a más de medio centenar de personas y haber entonado el doble de coplas.
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Los dulces y el vino, entre otras viandas, ofrecidos a modo de agradecimiento por los rondados, hicieron que la noche fuera más agradable y llevadera para todos los que participaron en la ronda.
