Cómo la investigación agroganadera puede ayudar al asentamiento de población en el Pirineo
La consejera Maru Díaz, visitaba la finca de La Garcipollera, “clave para mantener la biodiversidad y asentar población”


La finca experimental de la Garcipollera trabaja desde 1985 asociada al Centro de Tecnología e Investigación Agroalimentaria de Aragón. Se dedica al estudio de la agricultura y ganadería de montaña, siendo un referente a ambos lados del Pirineo. La consejera de Ciencia y Universidad, Maru Díaz, visitaba por primera vez las instalaciones de este espacio y ponía en valor la coordinación entre la sede del CITA, en Zaragoza, y el trabajo de campo en el Pirineo. “La Garcipollera es el mejor ejemplo de cómo la investigación y la transferencia son palancas contra la despoblación si sabemos aprovechar con perspectiva de futuro los recursos propios de nuestro territorio”, decía.
La Finca “La Garcipollera” está situada en Bescós de la Garcipollera, cerca de Jaca, y se dedica al estudio de la agricultura y ganadería de montaña. Cuenta con unas 14 hectáreas de pradera y todo tipo de instalaciones ganaderas, así como dos ganados experimentales, uno bovino de unas 200 cabezas y uno de ovino de unas 300 cabezas. En vacuno trabajan con la raza parda de montaña y pirenaica, y coordinan el proyecto europeo OPTIBOVIS, una iniciativa coordinada por el CITA cuyo objetivo es la mejora de la productividad de los rebaños de vacuno de carne del territorio comarcal. Actualmente el índice de productividad se sitúa en el 68% en la comarca, por encima de la media, y se pretende aumentar en un 10%, lo que supondría un aumento de 300.000 euros en la facturación. El objetivo es asegurar una cría anual por cada res de raza ansotana.
Tiene también parcelas experimentales de frutales de montaña. Han recuperado variedades autóctonas de zonas de montaña y se centran fundamentalmente en variedades de manzano, perales y ciruelos.
Actualmente, y tal como ha podido conocer la consejera in situ, en la finca hay activos siete proyectos, tres de ellos con financiación europea. En la vaquería, Díaz ha escuchado de boca de su coordinador, Javier Ferrer, los objetivos y buenos resultados del proyecto OPTIBOVIS, que persigue mejorar la productividad global de los rebaños de vacuno de carne extensivos de la comarca de la Jacetania.
Su finalidad es hacer frente a los limitados índices de fertilidad y tasa de destete de terneros que presenta la cabaña de vacas nodrizas y acercarse lo más posible al objetivo de producir un ternero por vaca y año, a través de elementos innovadores y nuevas estrategias de manejo, según han explicado la jefa de Producción y Sanidad animal, Mireia Blanco, y la investigadora Albina Sanz.
OPTIBOVIS surgió tras la creación de un grupo de cooperación, compuesto por el CITA, la Comarca de la Jacetania y como beneficiarios, las dos Asociaciones de Defensa Sanitaria (ADS) de vacuno de la comarca, Bisaurín y Viejo Aragón, con un censo total cercano a las 5.000 vacas nodrizas, más del 10% de la cabaña aragonesa.
Tras ver a los terneros recién nacidos fruto de este proyecto, Díaz ha subrayado el acierto de esta alianza, que permite mejorar gracias a la investigación la producción del sector vacuno, que representa un 15% de la ganadería aragonesa, y que ayuda a seguir manteniendo la ganadería extensiva con los beneficios que ello comporta en cuanto a calidad de la carne y de conservación de ecosistemas de gran valor ecológico.
La visita ha continuado después en los campos de frutales ligados al proyecto PDR COOPGREEN, que evalúa el potencial de estas variedades locales para su desarrollo en zonas de montaña y como alternativa a las economías locales. Allí ha recibido las explicaciones de la investigadora Pilar Errea, perteneciente a la Unidad de Hortofruticultura.
Posteriormente, se han desplazado a los pastos y naves de ganado ovino para conocer más en profundidad el proyecto PRIMA ADAPT-HERD, que busca estrategias para mejorar la eficiencia y resiliencia en base a las capacidades de los pequeños rumiantes. Las investigadoras Sandra Lobón y Marga Joy de la Unidad de Producción y Sanidad Animal le han comentado cómo el principal efecto del cambio climático es inducir cambios en la disponibilidad de recursos alimenticios y cómo el desafío pasa por encontrar soluciones prácticas para el manejo del rebaño y minimizar el riesgo del ganadero.
Así, el proyecto trata de desarrollar herramientas de simulación por ordenador para explorar diferentes escenarios de cambio climático y estrategias de gestión y evaluar sus efectos en la eficiencia y resiliencia de cada explotación.
Además de estos proyectos, en la finca experimental se llevan a cabo actualmente otros cuatro:
• Banco de germoplasma de razas autóctonas de vacuno y ovino del Pirineo aragonés. Conservación in situ de los rebaños de las razas vacunas Parda de Montaña y Pirenaica (ambas reconocidas como Razas Autóctonas de Fomento en el Catálogo Oficial de Razas de Ganado de España) y de la raza ovina Churra Tensina (Raza Autóctona en Peligro de Extinción). Entre sus acciones, figura el control productivo y de genealogías, e inclusión en los programas de mejora de las respectivas asociaciones, para mantener la pureza racial y la diversidad genética, así como la difusión de la mejora en estrecho contacto con las asociaciones de ganaderos correspondientes, mediante la presencia en ferias y subastas y la provisión de machos y hembras para los centros de recría y series oficiales de testaje, así como para ganaderías particulares. Paralelamente, estos rebaños proveen de animales a los proyectos de investigación desarrollados en la finca por diversos grupos de investigación.
• Applecut. Investigación sobre la diversidad genética del manzano autóctono, evaluando la calidad sensorial, las propiedades bioactivas y funcionales de estos genotipos para un mayor valor añadido y ofrecer nuevas alternativas en el mercado, especialmente a consumidores e industria frutícola.
• H2020 Gentore. Tiene como finalidad el desarrollo de herramientas innovadoras de selección y gestión técnica del ganado vacuno para optimizar su eficiencia productiva en diversos contextos europeos, tanto por su localización geográfica como por su especialización (carne o leche). Se pretende mejorar la competitividad y viabilidad de las explotaciones, fomentando su capacidad de adaptación frente a distintos escenarios climáticos y socioeconómicos. Por ejemplo, han valorado las estrategias de respuesta en el manejo ganadero asociadas a dos escenarios que potencialmente podrían derivarse del cambio climático: la reducción en la disponibilidad de forrajes por sequías recurrentes y el aumento de los precios de los alimentos adquiridos. Los resultados obtenidos han permitido analizar las causas de la evolución de la ganadería del Pirineo en los últimos 30 años.
• LIFE MIDMACC. Su objetivo es revitalizar las zonas de montaña y hacerlas más resistentes al cambio climático, implementando medidas para gestionar el paisaje en espacios agro-silvo-pastorales de la montaña mediterránea, fomentando su desarrollo socioeconómico e incrementando su resiliencia ante el cambio climático. El proyecto se desarrolla en Aragón, Cataluña y La Rioja. Se plantea recuperar pastos invadidos por el matorral, desbrozándolo e introduciendo ganadería extensiva, así como gestionar el bosque para la prevención de incendios. Los trabajos se desarrollan en tres zonas de pastos leñosos (pino, aliagar y robledal) donde, con distintas cargas ganaderas, se estudia el beneficio del pastoreo extensivo de vacuno y ovino, en colaboración con el IPE-CSIC y la Universidad de Zaragoza.




