Donar médula es cosa de jóvenes


Cada vez son más las personas que deciden convertirse en donantes de órganos o de sangre a lo largo de su vida. Una actividad solidaria, gratuita y que ayuda a salvar cientos de vidas a lo largo del año. Pero una de las excepciones en la de donar médula, un acto al que desde 2018 solo pueden inscribirse preferiblemente jóvenes de entre 18 y 40 años, por lo que las posibilidades se reducen notablemente de ahí el llamamiento que desde SER Solidarios se realizó por parte de Dona Médula Aragón para concienciar a este colectivo.
En este sentido se miraba a la gente joven ya que se ha comprobado científicamente que a la hora de extraer los antígenos leucocitarios humanos (HLA) son de “más calidad” que a partir de los 40.
¿Qué es?
El trasplante de médula ósea consiste en sustituir las células de la médula de los enfermos por otras procedentes de un donante sano en el tratamiento de determinadas enfermedades de la sangre, como las leucemias. Las células del donante pueden ser de la sangre o de la médula y se administran a los enfermos como si fueran una transfusión. Estas células anidan en la médula ósea de los enfermos y producen células sanas.
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José González, presidente de la asociación
¿Cómo se puede?
Mediante dos formas: En quirófano, con anestesia general o epidural y consiste en una punción en el hueso de la cadera para la extracción de una cantidad determinada de médula ósea. El proceso se realiza con ingreso hospitalario de unas 48 horas.
En un servicio de transfusión mediante aféresis, que consiste en extraer los las células sanguíneas equivalentes a las de la médula. No precisa ingreso, aunque es necesario recibir una medicación cinco días antes de la donación para facilitar la movilización de progenitores desde la médula hasta la sangre.




