El Alajuelense de Costa Rica, nuevo destino profesional de Agustín Lleida

El preparador físico montisonense Agustín Lleida acaba de fichar por el Alajuelense, un club de fútbol de la Primera División de Costa Rica. Ahí deberá montar la estructura y crear el modelo de juego que desarrolló en su anterior club, el Pachuca mexicano, una metodología basada en dar al jugador lo que necesita, adaptándose a sus habilidades específicas.

Según explicaba, históricamente, en el fútbol se han imitado métodos de entrenamiento utilizados en otros deportes, como la natación o el atletismo; deportes individuales que han necesitado trabajar mucho su deporte para mejorar una milésima, que es lo que les hace campeones del mundo. Sin embargo, en el fútbol el resultado depende de muchos otros factores que no se han investigado, por lo que esos métodos se quedaban bastante “cojos”

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Esta forma de trabajo es la que ha puesto en práctica durante sus 7 años como director de preparación física en el Pachuca, un club que ha revolucionado, con el que ha obtenido importantes logros, y que le ha servido para que otros equipos se interesaran por sus servicios. Entre ellos, la S.D.Huesca, a la que ha seguido desde niño y por la cual se planteó cerrar su etapa mexicana.

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Pese a que hubo una oferta por parte del club oscense, y que le encantaría trabajar en algún momento ahí, el de Monzón explicaba que todavía no es el momento. No obstante, enfrentarse a esa situación le hizo valorar su salida del Pachuca y tras salir la oferta del club costarricense, decidió aceptarla, ya que le resultaba muy interesante a nivel profesional y personal, puesto que le va a permitir pasar más tiempo cerca de su familia dado que es un trabajo semipresencial; pasará mitad mes en España y la otra mitad en Costa Rica.

Agustín hace una valoración muy positiva de su etapa en el club azteca, hacia el que solo tiene palabras de agradecimiento y del que se lleva grandes recuerdos, amigos y momentos vividos. Del mismo modo, se muestra muy ilusionado con su nueva etapa en Costa Rica y con el hecho de poder pasar más tiempo cerca de los suyos. Según decía, siempre es un placer regresar a Monzón, ver a los amigos y recorrer las calles por las que ha pasado su infancia.