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El descubridor de las iglesias de Serrablo será recordado con un parque en Sabiñánigo

Rafael Sánchez Ventura comenzó un estudio que las sacó del olvido a partir de 1922<br>

El pleno del Ayuntamiento de Sabiñánigo acaba de aprobar, por unanimidad, poner el nombre de Rafael Sánchez Ventura a una zona ajardinada junto a La Pardina de Sabiñánigo (en la actualidad un hotel). Este estudioso e historiador del arte se considera el redescubridor de las iglesias de Serrablo. Fue este profesor de la Universidad de Zaragoza que veraneaba con su familia en Sabiñánigo quien, en agosto de 1922, reparó en la excepcionalidad de una de la Iglesia de San Pedro de Lárrede.

Rafael Sánchez Ventura nació en Zaragoza. Doctor en Filosofía y Letras, profesor de la Universidad de Zaragoza e investigador, veraneaba en Sabiñánigo porque su familia era propietaria de terrenos como el de La Pardina. En uno de sus paseos quedó maravillado con la Iglesia de San Pedro de Lárrede y a raíz de allí concibió el plan de recorrer el Serrablo en busca de más “tesoros”, y en colaboración con Iñiguez Almech, hicieron un estudio detallado de los monumentos rescatados del olvido y que fue publicado en 1933 por el “Anuario Español de Arte y Arqueología”. Fruto de este estudio se restauró Lárrede y se declaró, así mismo, monumento nacional.

La Asociación Amigos de Serrablo consiguió la rehabilitación de otras de estas iglesias que se encuentran diseminadas en apenas 40 kilómetros en la margen izquierda del río Gállego.

100 años de su “descubrimiento”

Se cumplen 100 años del redescubrimiento de las iglesias de Serrablo, y por ese motivo la Asociación Amigos de Serrablo y la asociación Vecinos del Barrio de Santiago de Sabiñánigo han impulsado este reconocimiento. Enviaron una carta al Ayuntamiento de Sabiñánigo solicitando que el espacio ajardinado que está frente al hotel La Pardina sea un homenaje a Rafael Sánchez Ventura, y el pleno del mes de abril le ha dado el visto bueno. La previsión es que el próximo 9 de julio la asociación Amigos de Serrablo, coincidiendo con las fiestas del Barrio de Santiago, haga un acto en el que se colocará la placa conmemorativa.

El Ayuntamiento está realizando obras para mejorar el acceso a la zona.

Rafael Sánchez Ventura
Fue profesor de la Universidad de Zaragoza desde el curso 1928-29, impartiendo sucesivamente las enseñanzas de Crítica Literaria y Artística, Historia Universal Antigua y Media e Historia del Arte. Simultáneamente orientó su actividad investigadora al arte románico aragonés y a la museografía, completando su formación en diversos museos europeos. Mantuvo siempre contactos muy directos con los movimientos literarios y artísticos de vanguardia, tanto en Zaragoza como en Madrid y París, convirtiéndose en testigo privilegiado de las creaciones y manifestaciones más destacadas de su época y en amigo o compañero de numerosos artistas, tanto aragoneses como de las tertulias de Pombo, de los surrealistas o de los que dieron su nombre a la escuela española de París.

Colaboró con Fermín Galán en la preparación de la sublevación de Jaca y en la huida de su amigo el pintor y anarquista oscense Ramón Acín. Al producirse la sublevación militar de 1936, organizó con el diputado socialista Eduardo Castillo y con José Ignacio Mantecón las Milicias Aragonesas que combatieron en el frente de Guadalajara. Perteneció a la Junta Nacional de Protección del Tesoro Artístico Español, interviniendo en el traslado de obras del Museo del Prado. Desde enero a junio de 1937 desempeñó la jefatura de la sección de Europa en el Ministerio de Estado, por designación de Álvarez del Vayo; siendo nombrado a continuación secretario de la Embajada de España en París, donde permaneció hasta febrero de 1939. Intervino en la liberación de ex-combatientes republicanos de los campos de concentración franceses, así como en la preparación del sepelio y de las emotivas honras fúnebres de Antonio Machado en Collioure. Asimismo, por su amistad con el fotógrafo de la guerra civil, el húngaro Robert Capa, consiguió rescatar provisionalmente, en vísperas de la ocupación de París por los alemanes, su material fotográfico sobre la guerra española, consistente en más de diez mil negativos de cámara Leyka, que entregó en Burdeos a la secretaria de Juan Negrín, ignorando su posterior destino.

En 1940, el mismo día del armisticio de Francia con Alemania, embarcó en Burdeos con su esposa e hijo de pocos meses con destino a Méjico. En el exilio fue profesor del Colegio de México, colaboró en la reorganización del primer Museo Arqueológico de dicho país, y junto con el poeta Manuel Altolaguirre y con el escritor mexicano José Ramón Arreola, participó en actividades editoriales como las colecciones Ínsula y Los Presentes, respectivamente. Regresó a España en 1966, aunque alternando su residencia en Madrid con largas estancias en Méjico. Nombrado miembro de la Asociación Española de Críticos de Arte.

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