El Paisaje Protegido de las Fozes de Fago y de Biniés, un espacio natural singular de la Jacetania
Este espacio natural se creó en el año 2010 y pertenece al parque de los valles occidentales


El Paisaje Protegido de las Fozes de Fago y de Biniés es, junto con el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido o el Parque Natural de la Sierra del Moncayo, uno de los 18 Espacios Naturales Protegidos que integran la Red Natural de Aragón en sus diversas categorías. Se trata de un sorprendente paisaje rocoso que está situado en la comarca de La Jacetania, dentro de los términos municipales oscenses de Ansó-Fago, Canal de Berdún y Valle de Echo. Tiene un total de 2.442 hectáreas de superficie protegida y se halla repartido en dos sectores o grandes áreas de 1.160 ha para la Foz de Fago y de 1.282 ha para la Foz de Biniés.
Recientemente, el Gobierno de Aragón ha actuado en el arreglo del camino entre Foces, el Camino de Huértalo, la pista de Forcala, el repaso de áreas recreativas, acciones de limpieza de basuras, la pasarela del molino de Fago y la retirada de árboles caídos.
La Foz de Fago se sitúa en el sector occidental del Paisaje Protegido, y es un espectacular paraje entre la Alta Zaragoza y la Sierra de Forcala que se ve atravesado de norte a sur por el barranco Fago a lo largo de unos dos kilómetros, el cual se une bajo un escarpe con el barranco Tartiste, encajonándose en profundidad en un paisaje oculto en cuyo interior se desarrolla de forma regulada la práctica deportiva del barranquismo.
Más al este, la Foz de Biniés posee la misma disposición geográfica y su paisaje es también fruto de la erosión fluvial, en este caso por parte del río Veral -que se nutre del barranco de Búgalo y del de San Miguel-, el cual a lo largo de más de tres kilómetros de recorrido ha generado otro peculiar desfiladero, angosto y con alta calidad ambiental, donde no faltan cuevas, escarpes y repisas suspendidas, siendo frontera así mismo de dos grandes ambiente naturales a un lado y a otro de su discurrir.
Ambas fozes o foces se localizan en lo que geológicamente se denominan las Sierras Interiores Pirenaicas, tratándose de formaciones calcáreas eocenas que forman un relieve de colinas y alineaciones de litología a base de areniscas y margas.
De las más de 170 especies de aves que habitan el Alto Aragón, alrededor de 120 nidifican en estos valles, destacando en las foces la presencia de especies rupícolas como el buitre leonado, el quebrantahuesos, el águila real, el alimoche, el milano real, halcón, búho real, chova piquirroja… o el treparriscos. Entre la flora cabe destacar la presencia de bosques de abetos, hayas, tejos, acebos y otros árboles caducifolios de tipo atlántico -que se ven favorecidos por el fenómeno de la inversión térmica-, junto a quejigales, pinares de silvestre, encinares mediterráneos y vegetación riparia propia de las orillas de estos ríos trucheros como pueden ser los sauces y fresnos. Botánicamente destaca la presencia de taxones raros y endémicos como Petrocopits hispanica, Allium pyrenaicum, Galanthus nivalis y Tulipa sylvestris.
Ambas fozes resultan ser accesibles, visibles y visitables a través de las dos carreteras que las atraviesan: la HU-2021 de Fago a Majones, y la A-1602 de Ansó a Biniés y Berdún. Pero el Paisaje Protegido oferta a quienes lo quieran conocer a pie dos senderos marcados: el camino que va de la Borda Capeta a la cabecera del barranco de San Miguel y que termina en el puente de Biniés -coincidente con el GR-65.3.3, variante del Camino Santiago por el Puerto del Palo-; y el camino de Beleis o Huértalo -que sube desde el puente Camín por la Punta Capitán al prado de la Plana Monteosocuro-. Infraestructuras ambas de uso público que se apoyan con diversos aparcamientos para vehículos y áreas recreativas, y que se ven complementadas con la información personalizada que se ofrece en el Centro de Interpretación de Ansó, centrado en el Parque Natural de Los Valles.




