El presunto autor de la muerte de Rokhaya no recuerda nada del asesinato y dice que escuchaba voces
La acusación mantiene sus calificaciones de petición de prisión de 25 años. Acaba la primera jornada de la vista oral con jurado popular


La vista oral por el asesinato de Rokhaya Diop, presuntamente, a manos de su expareja Mamadou Diagne, el día 25 de noviembre de 2018 en Monzón, arrancaba en la Audiencia Provincial con las conclusiones de fiscalía, la acción popular representado por la DGA y la acusación particular que solicitan 25 años por asesinato con las agravantes de género y parentesco, indemnizaciones de medio millón de euros y la prohibición de acercarse a sus hijos; mientras que la defensa califica los hechos de homicidio y pide su libre absolución ya que su defendido sufría un trastorno psiquiátrico y no era consciente del alcance de sus actos, por lo que pide, en caso de condena, su internamiento durante 10 años en un psiquiátrico, que es la pena mínima en un homicidio.
El acusado manifestaba, a preguntas de la fiscalía, que no recordaba haber matado a su exmujer, pero que escuchaba voces que le decían que Rochaya la engañaba y que tenía que matarla, por eso abandonó Monzon y se fue a Binéfar para no hacer daño a nadie. La defensa añadía que desde su ingreso en prisión está recibiendo tratamiento. A la pregunta del jurado sobre por qué se había llevado a los niños el sábado antes del suceso, respondía que las voces sólo le hablaban de su exmujer.
acusado
Tras una discusión por unas zapatillas se producía el fatal desenlace. La pareja se casaba en 2009, cuatro años después la asesinada presentaba una denuncia por género que fue archivada. En 2017 la pareja se divorciaba porque, según el acusado, sólo funcionaba durante el primera año hasta que la mujer conseguía los papeles. En el interrogatorio, el acusado recordaba que había vuelto a convivir durante unos meses con Rokhaya hasta agosto de 2018, señalando que el piso estaba a su nombre y que estaba de baja laboral por las voces que escuchaba.
Los testigos hablaban de la normalidad en la relación durante su nueva convivencia y que desconocían si había problemas graves entre ellos de ningún tipo, incluido el económico, aunque algunos reconocían que les había pedido alguna pequeña cantidad para hacer frente a los gastos, tras el divorcio.
Testigos de la defensa hablaban que Mamadou les había comentado el tema de las voces y el primero que llegó al domicilio donde se producía el asesinato recordaba que el acusado fue el que le abría la puerta y le acompañaba hasta el lugar de los hechos, con aparente tranquilidad.
El jurado popular también podía escuchar el relato de la hija sobre los hechos acaecidos en 2018 con los que se terminaba la primera jornada, único memento en el que acusado bajaba la cabeza.
La fiscal relataba a los miembros del jurado popular la dinámica del juicio y recordaba la gravedad de los delitos, recordando las 84 puñaladas con un cuchillo de 17 centímetros que recibía Rokhaya y delante de sus dos hijos menores. En este mismo, relato coincidía la acusación particular que señalaba que van a trabajar para esclarecer lo sucedido en esa jornada e incidía en las agravantes de género y parentesco. El letrado de la DGA apuntaba que van a asumir las tesis de la fiscalía centrada en demostrar que el acusado no sufría ningún trastorno.
El vista oral se reanuda este martes a las 10:00h con las pruebas periciales.




