En 1961 el MNAC se llevó otras pinturas murales distintas a las de la Sala Capitular que tampoco devolvió
Una nueva orden, el regreso de todas las obras expoliadas y una rehabilitación integral, las asignaturas pendientes del Monasterio de Sijena
Cuatro años lleva el caso de las pinturas murales de Sijena atascado en la Audiencia Provincial de Huesca. La Generalitat de Cataluña presentó en 2016 un recurso a la sentencia que obligaba al Museo de Arte de Cataluña a devolver las pinturas al Monasterio, pero la Audiencia de Huesca sigue sin pronunciarse al respecto, algo incomprensible para Juan Yzuel, el presidente de la Plataforma Sijena Sí.
Pero con la devolución de las pinturas murales de la Sala Capitular del monasterio monegrino, no terminan los conflictos con Cataluña. Como recuerda Juan Yzuel, en 1961 el director del Museo de Arte de Cataluña fue autorizado a arrancar de las paredes del cenobio unas pinturas no sacras con la condición de que las devolviera al finalizar la exposición en la que las iba a exhibir. Nunca regresaron a Aragón esas pinturas, pero tampoco nadieno las ha reclamado hasta la fecha.
Desde la Platafortma se anima a la orden propietaria del monasterio y al Gobierno de Aragón a iniciar los procesos judiciales oportunos para que estas y otras obras que fueron expoliadas del Monasterio, antes y despues de la Guerra Civil, sean reclamadas a sus ilegítimos dueños actuales.
Solo entonces, dice Yzuel, el cenobio podrá pasar una página dramática de sus historia y será contemplado como un lugar de celebración y no de conflicto.
A este respecto, desde la Plataforma se ha planteado la proclamación de 2023 como el año de Sijena.
Por último, para este colectivo también es importante que el monasterio vuelva a ser habitado. A este respecto hay esperanzas de que la orden femenina de las religiosas del Verbo Encarnado, cuya rama masculina habita el Monasterio de El Pueyo, pueda volver a llenar de vida religiosa el Monastrio de Sijena.