Eugenia Boix y su capacidad para ver el vaso medio lleno durante el confinamiento
La soprano montisonense ha afrontado esta etapa como una oportunidad para hacer una cura vocal y regresar con más fuerza


Pasado el shock inicial, la soprano montisonense Eugenia Boix está viviendo el confinamiento con tranquilidad, planteándoselo como una terapia de descanso vocal, y aprovechando para hacer tareas domésticas que habitualmente no puede realizar, por encontrarse la mayor parte del tiempo fuera de casa.
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Eugenia Boix, soprano montisonense
EUGENIA_CONFINAMIENTO
Su último concierto fue en el Teatro Arriaga, en Bilbao, de dónde regresó el 11 de marzo, y desde entonces se encuentra en su casa de Monzón. Reconoce que al principio le costó asimilar toda esta situación de crisis sanitaria, que desencadenó en numerosas cancelaciones o aplazamientos de sus actuaciones.
Sin embargo, pasado el tiempo, decidía quedarse con la parte buena del confinamiento, disfrutar de estar en casa y aprovechar para hacer cosas que no tiene ocasión de hacer normalmente debido a su condición de soprano profesional, que le lleva a pasar largas temporadas por el mundo entero, viajando constantemente.
En ese sentido, asegura que ha hecho un parón, aparcando momentáneamente todo lo relacionado con su trabajo, pues tal y como recomiendan los foniatras y logopedas, es bueno descansar vocalmente, algo que apenas puede permitirse con su frenético ritmo de trabajo. Por ello, se lo está tomando como una terapia, y hasta que no tenga unas fechas inmediatas de conciertos, va a darse ese tiempo que normalmente no tiene. Según dice, esto le ayudará a retomar la actividad con muchas más ganas.




