Fin de año en un refugio de montaña
La red de refugios ofrece la posibilidad de finalizar un año y comenzar otro en contacto con la naturaleza
Aunque no se encuentre entre la lista de los 10 destinos más buscados por los españoles para pasar la Nochevieja, no cabe duda, que, despedir el año en un refugio de montaña es una buena y original opción para un fin de año diferente. El Pirineo altoaragonés, en particular, cuenta con una red de refugios de montaña que, estos días, acogen a montañeros, grupos de amigos o familias que eligen despedir un ciclo en contacto con la naturaleza.
El refugio Cap de Llauset, en el municipio de Montanuy, es el refugio de montaña guardado todo el año más elevado del Pirineo (2.425m). Este martes, serán más de 60 las personas que se reúnan para despedir el 2019.
Se trata en general, explicaba Raúl Martínez, uno de los guardas del refugio, de gente con experiencia en montaña, y, sobre todo, de grupos de amigos.
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Raúl Martínez. Cap de Llauset Nochevieja 19
La mayoría de los clientes comenzaban a llegar ya este lunes porque es habitual que estén dos o tres días por la zona. El llegar con esa antelación hace que, aunque entre ellos no se conozcan, el ambiente de la noche de fin de año sea muy familiar.
La cena comenzará un poco más tarde de lo habitual, alrededor de las 21 horas y será a base de entrantes, crema de calabaza con crujiente de jamón, asado de costilla con patatas a la panadera y flan casero. Será un poco distinto a lo habitual, decía Martínez, pero nada excepcional porque quien elige un refugio de montaña, para la última noche del año, lo que busca ‘no es una gran cena sino un escenario único y diferente que sólo se consigue en un refugio’.
No habrá uvas, y así se lo han comunicado a quienes han reservado por si quieren traerlas consigo porque el último acopio de víveres se hizo hace un mes y no hubieran aguantado. Se sustituyen, explicaba el guarda de Llauset por frutos secos para consumir durante unas campanadas poco convencionales porque el reloj de la Puerta del Sol es sustituido por una cacerola y un cucharón. El encargado de las ‘caceroladas’ es el montañero más joven de los que allí estén.
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Raúl Martínez. Cap de Llauset Nochevieja 19
La fiesta durará hasta poco más de la 1, para que, la gente pueda descansar y al día siguiente celebrar el Año Nuevo con una buena salida o ascensión por la zona.
Para acceder al refugio los guardas recomiendan tanto el acceso por el valle de Rigueño y Angliós (camino de invierno) que requiere unas 4/5 horas y 1.100 metros, como por el de verano (pista que parte de Aneto) que implica unas 4 horas salvando 400 metros de desnivel.
