Hace 950 años San Juan de la Peña marcó el camino al resto de la península con el inicio del rito romano
Se inició el nuevo rito litúrgico romano que actualmente se conoce tanto en la Misa como en los Oficios
El monasterio de San Juan de la Peña conmemoraba este lunes el 950 Aniversario del paso del rito mozárabe al romano. A las 12 horas del 22 de marzo, el mismo día y a la misma hora en la que se inició el rito romano en nuestra península, la Real Hermandad de San Juan de la Peña celebraba, con la presencia del consejero de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón, Felipe Faci, este hito histórico.
El monasterio oscense fue el primer lugar en el que, el 22 de marzo de 1071, a la hora sexta (entorno a las 12 horas), se inició el nuevo rito litúrgico romano que actualmente se conoce tanto en la Misa como en los Oficios. La celebración que tuvo lugar en este monasterio del Reino de Aragón no solo supuso el inicio del cambio del rito mozárabe al romano, sino que fue el punto de partida desde el que esta práctica se fue extendiendo al resto de la península Ibérica a lo largo de varios siglos.
La expansión del nuevo rito fue posible gracias al interés mostrado por el Sancho Ramírez hacia el monasterio de San Juan de la Peña y por modernizar su reino. Gracias a las conversaciones mantenidas con el Papa Alejandro II, consiguió que el Pontífice firmara un legado para la transformación de sus dominios al nuevo rito.
Con motivo de esta conmemoración, en el mismo día que se cumplen los 950 años y a la misma hora, la Real Hermandad de San Juan de la Peña ha celebrado un acto religioso en el Monasterio en el que, además de contar con la participación de los caballeros y damas de la Orden, ha estado presidido por el obispo de Jaca, Julián Ruiz.
Este día de 1071 los monjes rezaron la hora tercia, sobre las 9 de la mañana, con el antiguo rito y la siguiente, la hora sexta, sobre las 12 del mediodía, lo hicieron ya con el nuevo rito. En el acto estuvieron presentes todos los monjes del cenobio, acompañados por el Rey de Aragón Sancho Ramírez y toda su corte. Quisieron estar presentes en un momento que intuían transcendental histórica y religiosamente para la Comunidad aragonesa y, en un futuro, española.
La renovación que se inició ese día de 1071 fue posible por los acuerdos alcanzados entre el Rey Sancho Ramírez y el Papa Alejandro II, en el viaje que el rey hizo a Roma en 1068. En ellos se sumaban el interés del primero por modernizar y consolidar su reino, con el de unificar las costumbres litúrgicas de los reinos españoles con los europeos del segundo.