La comunidad educativa muestra su preocupación por las condiciones en qué volverá el curso en septiembre

Cuando todavía no ha terminado el actual curso escolar, ya se está pensando en el próximo y en cómo se desarrollará. La comunidad educativa mira con dudas en unos casos, con esperanza en otros y con estupor en otros más las declaraciones de Javier Lambán, presidente de Aragón, en las que indicaba que el documento sanitario presentado en la conferencia de presidentes preveía ratios y normas a las que Aragón no puede hacer frente, al no contar con recursos suficientes, que deberían traducirse en más aulas y más profesorado. Por ello, hablaba de recortar la distancia entre alumnos a un metro para empezar el curso en septiembre con absoluta normalidad.

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Para el sindicato CGT, estas declaraciones han sido motivo de sorpresa y alerta. Señalan que el final de curso ha estado plagado de improvisación, fata de claridad y medidas muy discutibles, por lo que habría sido deseable una planificación más responsable del nuevo curso. Denuncian que el Departamento de Educación no ha reducido las ratios por aula, al contrario, y que no parece tener una idea consistente sobre el nuevo curso. Y añaden que Lambán se maneja de manera responsable, y lejos de apostar por la calidad educativa, está poniendo en riesgo la salud de docentes, alumnos y familias. Para el sindicato, segundo docente, el descenso de ratios, la articulación de desdobles, la modificación del horario lectivo, la nueva organización de los centros y la regulación del teletrabajo resultan imprescindibles para un nuevo curso con garantías sanitarias y educativas.

HUSTE, por su parte, y tras estos meses de docencia telemática, considera fundamental retomar la docencia presencial siempre que las condiciones sanitarias lo permitan y, en caso de que las medidas sanitarias requieran una reducción de ratios o cambios significativos en la organización, se busquen los espacios necesarios y se dote de los recursos humanos imprescindibles para poder desarrollar la actividad lectiva.

La Junta de Personal Docente, tras haber realizado una encuesta entre el profesorado hace ya unas semanas, destacaba la gran preocupación de la comunidad educativa acerca de cómo se va a desarrollar el próximo curso y cuáles van a ser las medidas de seguridad y protección sanitaria en las que docentes y alumnado se van a incorporar a las aulas. Instaban ya a la Administración Educativa a que se trabajen todas estas cuestiones con las Organizaciones Sindicales y a que se restablezca la comunicación fluida con la Junta de Personal.

Recientemente también FAPAR hacía su balance recordando que en la organización del próximo curso, y al hablar de autonomía de los centros, no todos son iguales por tamaño, contexto, recursos… Así, lo que unos implanten a otros no les valdrá; no es igual ciudad que pueblos, colegio que instituto, grande que pequeño… No comparten la idea de que las medidas sanitarias queden a expensas de criterios economicistas y no de criterios estrictamente pedagógicos y de bienestar emocional y social de los sujetos educativos concretos.