La diócesis de Barbastro-Monzón llora la muerte de Ernesto Durán
El funeral se ha celebrado este viernes en la Catedral de Barbastro presidido por los obispos Ángel Pérez y Alfonso Milián <br>
Cientos de personas han despedido al sacerdote Ernesto Durán en un emotivo funeral que se ha celebrado este viernes en la Catedral de Barbastro presidido por Ángel Pérez y Alfonso Milián, obispos titular y emérito de la diócesis, que han estado acompañados por la mayoría de los sacerdotes de la diócesis de Barbastro-Monzón. Una vez finalizado el funeral, la comitiva se ha trasladado a Guayente donde se ha rezado un responso. El entierro ha tenido lugar en el cementerio de Sahún.
La muerte del sacerdote altoaragonés Ernesto Durán Torres, natural de Ubiergo y jubilado de sus tareas en la Residencia Sacerdotal del Seminario, deja a la diócesis sin uno de sus sacerdotes más carismáticos y el Valle de Benasque ha perdido a una de sus mejores referencias “históricas” por las labor que desarrolló durante su etapa como párroco en Castejón de Sos, Benasque y su grupo entre otras parroquias donde realizó su labor pastoral.
La labor de Ernesto Durán se recordará en el Valle de Benasque por muchas iniciativas propias, entre ellas la primera Escuela de Hostelería en Guayente de la que han salido profesionales para el sector de restauración y hostelería. La cesión de locales para ubicar la Escuela de Hostelería fue por iniciativa de Ernesto Durán, en su etapa de arcipreste de Ribagorza, para sacar adelante un proyecto en el que se implicó de lleno el Ayuntamiento que presidía José Marión. Jorge Llanas fue el primer profesor de cocina en la Escuela cuya titularidad ostentó la Asociación Guayente que en el transcurso de los años creó el Centro El Remós.
En la labor pastoral diocesana de Ernesto Durán destaca su labor como delegado responsable de todos los misioneros y misioneras por diferentes partes del mundo.
En su etapa de párroco en la zona de Benasque se restauraron iglesias y se llevaron a cabo diversas innovaciones propias del talante emprendedor que ha sido una seña de identidad personal en su vida.
Desde la Asociación Guayente han recordado a Ernesto Durán como ‘el alma, el núcleo de Guayente, siempre apoyando, sujetando, promoviendo, animando...siempre al servicio de los proyectos y, sobre todo, de las personas’.
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