La ermita de Santa Elena de Biescas recuerda a su ermitaño Máximo Palacio Allue
Maximo Palacio Allue, fallecido hace justamente dos años, fue la cara visible de la ermita de Santa Elena durante más de sesenta años


En recuerdo del inolvidable Máximo Palacio Allue, primiciero y ermitaño de Santa Elena de Biescas durante seis décadas, y para perpetua memoria, el domingo de Pentecostés se inauguró una lápida esculpida en piedra por la cantera Teresa Pueyo. Dicha lápida mide 76 x 46 x 4 cm. Y en ella aparecen un busto con su retrato en alto relieve y la leyenda “+ In memoriam. Máximo Palacio Allué, primiciero de Santa Elena. Biescas, 1930-2019”.
La lápida se ha colocado en el interior del templo, debajo del coro. Ese día, se celebró una eucaristía, a primera hora de la mañana, a puerta cerrada y con aforo restringido. A la par, se presentó el retablo de la Virgen del Rosario, el último que quedaba por restaurar de los cinco que posee el santuario.
Maximo Palacio Allue, fallecido hace justamente dos años, fue la cara visible de la ermita de Santa Elena durante más de sesenta años. Muy conocido por todo el Alto Gállego, además destacó por sus inquietudes culturales, plasmadas en numerosos escritos, un par de libros, un archivo fotográfico de varios miles de diapositivas de plantas y los telares que tenía y hacía funcionar en los bajos del ayuntamiento de Biescas.




