La Festa de la Coqueta volvió a poner en valor la riqueza gastronómica de Benabarre
La degustación de tapas y coquetas volvió a reunir a numeroso público en el parquin de la obaga del castillo


La recta final del mes de agosto volvió a tener sabor a ‘coqueta’, a tradición, innovación, a productos locales que, son, las señas de identidad de la cita gastronómica con la que Benabarre despide el verano, la Festa de la Coqueta y Tapas Benabarre Sabor. A pesar de la presencia de la lluvia una hora antes de comenzar el evento, en su edición número 16, volvió a resultar una propuesta brillante en un marco incomparable a los pies del castillo.
Otros años, decía Alfredo Sancho, alcalde de Benabarre, ‘la lluvia había rondado pero nunca había descargado’. La inesperada tormenta, cuando ya la gente comenzaba a acceder al recinto, obligó a la gente ‘a salir por patas’ y retrasó el inicio de todo aunque, una vez pasada la tormenta, la ‘festa’ se desarrolló con normalidad.
La fiesta, que reunió no sólo a vecinos de Benabarre, sino también de otras localidades próximas, en torno a la variedad de productos agroalimentarios que ofrece Benabarre.


Mientras el público se decidía entre las 21 tapas diferentes elaboradas por 7 restaurantes y cocineros ‘locales’ con productos de Benabarre, el chef altoaragonés Mateo Sierra, maestro de ceremonias en esta edición, elaboraba desde un escenario un ‘risotto’ con longaniza, queso de Benabarre, y borraja y aromatizado con romero.
Al mismo tiempo, las mondongueras iniciaban el proceso, también en directo, de elaboración de unas 200 coquetas pequeñas, y, mientras en uno de los calderos cocía la ‘coqueta’ gigante que volvía ser bicolor aunque, en esta edición, con sabor a azafrán.


Una de las novedades, este año, era la elaboración de la coqueta sin gluten cuya receta explicó Sierra al público a base de harina de arroz y de trigo sarraceno, 200 grs de pan seco, 200 grs de manteca, canela, anís y anís en grano y caldo de pollo y verduras.


Desde la organización, se hacía un buen balance de la edición, a pesar de la lluvia, en la que se degustaron más de 3.000 tapas y un número similar de coquetas que se ofrecieron tanto recién salidas del caldero como a la brasa.
La noche contó con la ambientación musical de la grausina Julia Martínez acompañada por Carlos Barraguer a la batería, Carlos Vidal a la guitarra, Mario Cantabrana al contrabajo.




