La poesía de Pablo Moreno Prieto sonó en el claustro de la Peña en Graus

El poeta sevillano Pablo Moreno Prieto, representante del Grupo Númenor, presentó, en Graus, en la basílica de la Virgen de la Peña, una breve antología de sus poemas (algunos de ellos inéditos) titulada ‘La búsqueda y la espera’ en La actividad se enmarcó en las XXVIII Jornadas Humanísticas que se celebran en El Grado.

La lectura de los poemas tuvo lugar entre los arcos del claustro de la Virgen de la Peña y fue acompañada de comentarios del poeta y preguntas de los asistentes, aunque, más que recitar sus poemas, sus palabras enseñaron a mirar el mundo con los ojos de un poeta y con las inquietudes de un niño pequeño. “La vida es demasiado corta para vivirla aceleradamente y aquellos que se paran a ver el mundo, son los que realmente contemplan su belleza” dice el poeta.

Moreno reconoce que sus poemas recorren sus tres vocaciones personales: su familia, la enseñanza y la creación poética. “Tener una antología es una faena. El artista siempre convive con cierta frustración, porque ve que algo ha quedado concluido y si piensa que está todo bien hecho y acabado no se ha enterado de nada. Presentar esta antología supone para mí cerrar un ciclo porque yo acudí a estas Jornadas hace más de 20 años de la mano de mi admirado poeta Fidel Villegas”.

Moreno publicó su primer libro en 1999 y desde entonces no ha dejado de crecer como poeta. “El mundo nos desborda, pero la misión de los poetas es señalar lo que los demás deben mirar. Un buen poeta es el que sabe desechar.”. Para completar esta idea cita a dos autores contemporáneos: “José Mateos dice que la poesía es lo que no se puede decir de otra forma” y “el portugués Nuño Júdice dice que la poesía es una herramienta para ver mejor el mundo”.

Para Moreno “el poeta consigue reproducir música sin instrumentos. La inspiración es el detonante: es la chispa, pero el verdadero trabajo viene después porque la inspiración solo es el 10 por ciento, el resto es el trabajo de pulirlo. A los que empiezan les recomendaría viajar y leer mucho.”

Entre sus poetas más admirados destaca a Miguel D'Ors, Eloy Sánchez Rosillo, Jaime Gil de Biedma, Claudio Rodríguez, José Julio Cabanillas, Rafael Adolfo Téllez. Apuntó que el sendero hacia los clásicos debía hacerse primero con la Generación del 50, después Cernuda, al que considera fundamental, y la Generación del 27. Entre los extranjeros actuales cita al polaco Adam Zagajewski, miembro del llamado movimiento epifánico y premio Princesa de Asturias de las Letras, y a la también polaca Wislawa Szymborska.

Sus últimas palabras sirvieron para animar a los asistentes a las Jornadas: “algunos de los poemas de esta antología salieron de las Jornadas de hace 20 años, así que, mucho ánimo a los que empezáis”.