Los atropellos siguen sumando víctimas a la larga lista de accidentes de tráfico
En las últimas horas, un vecino de Alcolea de Cinca, de 70 años de edad, fallecía al ser arrollado por un turismo. En lo que llevamos de año, una mujer en Benasque y una niña en el camping de Oto, también fallecían al ser atropelladas. A esta lista hay que unir los heridos que se han producido en circunstancias parecidas e incluso otro muerto que fue arrollado también cuando circulaba en bicicleta en Altorricón. Accidentes que en muchos se podían evitar si no fuera por las imprudencias, tanto de los conductores como de los peatones.
El pasado año, 41 personas se vieron involucradas en este tipo de accidentes, con 5 muertos, 16 heridos graves y 20 leves, en los 38 atropellos que se produjeron en la provincia de Huesca. Nueve de ellos fueron en carretera y 29 en zonas urbanas. Si comparamos estos datos con los de años anteriores, las estadísticas son bastante parecidas, si bien se ha producido un leve incremento de los accidentes.
La propia imprudencia del peatón es una de las principales causas, aunque en otros muchos es el conductor quien comete la infracción. La conducción distraída, el exceso de velocidad y no respetar los pasos de cebra o saltarse los semáforos, son otras de las causas que se recogen en las estadísticas.
El cruzar la vía antirreglamentariamente y no utilizar los pasos de peatones son tipos de infracciones que inciden en la accidentalidad peatonal. Las acciones de riesgo más significativas se dan en los pasos de peatones, regulados por semáforos, cruzando en rojo o fuera de las bandas.
La implicación de los peatones es más elevada en zona urbana que en carretera, siendo en este último medio más vulnerable el peatón. Los días de lluvia se incrementa el nivel de accidentalidad. Todas ellas son circunstancias externas que inciden en estos accidentes.
Los conductores también asumen un elevado riesgo hacia los peatones. Un alto número de accidentes se producen por no respetar los pasos de peatones o saltarse los semáforos. Sin duda, la velocidad o la presencia de alcohol puede ser el causante de la producción de accidentes o agravar las consecuencias.