Actualidad
8 m

Los colectivos feministas de Monzón gritan ‘ni un paso atrás’ en el 8M

Además  ponen el eje de su lucha la violencia machista

La Plaza Mayor de Monzón con un aforo limitado a 154 personas (no se llenaba)  era el escenario para la reivindicación en este lunes día 8M, donde el Colectivo de Mujeres Progresistas Clara Campoamor y Feminista Cinca Medio leían un manifiesto en el que concluían gritando: “ni un paso atrás” y “ El Feminismo es Igualdad”.

En el texto justificaban los motivos que les llevaban a estar en la Plaza en un primera parte en la que explican que lo hacen para lograr una igualdad real en el mundo laboral, conseguir un empleo justo, poner en valor el trabajo de cuidados, exigir mejores pensiones de viudedad, por las mujeres con discapacidad física y psíquica y conseguir una sociedad más igualitaria.

En la segunda parte se centraban en la cuarta ola del feminismo ha hecho de la violencia machista el eje de su lucha.

MANIFIESTO

MANIFIESTO

Este 8M tan distinto al anterior, en un año atravesado por la peor de las distopías que pudiéramos imaginar, una pandemia que ha hecho temblar los cimientos de nuestro sociedad, que ha dejado en el camino a miles de personas… y que ha puesto de manifiesto la escasa protección social de un sistema de cuidados y sostenibilidad de la vida… desvalorizado a todos los niveles.

Este año, no podía ser como los anteriores, en los que 1500 personas recorrimos el trayecto de una manifestación reivindicando igualdad. Porque las mujeres, las cuidadoras que sufrimos la peor parte de la crisis sanitaria, económica y social, agravando nuestras precarias condiciones de vida, anteponemos la salud convocando una concentración simbólica que nos une a través del feminismo con todas y todos que hoy han tenido que quedarse en sus casas para cuidarse y cuidarnos.

En los tres últimos siglos, con el sufrimiento de muchas mujeres, hemos ganado derechos día a día y los hemos consolidado en cada ola del feminismo, pero no podemos obviar que ante cada avance hay resistencias del machismo… de quienes pretenden que demos un paso atrás, que volvamos al pasado, criminalizando al feminismo.

Porque el pasado que queremos recordar es el de las mujeres valientes del mundo que nos abrieron camino, las sufragistas que consiguieron el derecho al voto, las obreras del textil que lucharon por un trabajo digno, la generación de mayo del 68 que nos descubrieron una sexualidad libre, las mujeres que dieron su vida para que no fuéramos ciudadanas de segunda clase durante el franquismo… y a todas las mujeres que han ayudado a construir el discurso feminista, el de la igualdad como pilar básico en las democracias.

Y a quienes quieren pararnos, les decimos claro y alto, que seguimos y seguiremos luchando para conseguir una sociedad más justa e igualitaria en la que mujeres y hombres vivamos mejor…..

¡¡NI UN PASO ATRÁS!!

Sabemos las mujeres… que estamos atravesadas por desigualdades y precariedades que nos sitúan en lugares muy diversos frente al patriarcado

Vivimos existencias diversas que vienen modeladas por la procedencia, la clase, la edad, la orientación sexual, la identidad de género, la adecuación a los cánones de belleza actuales, la funcionalidad a tenor de las convenciones psiquiátricas, la tenencia de documentos que acrediten nuestra situación regular en el país.

Este 8 de marzo, seguimos forjando una alianza para defender y reclamar el poder colectivo de las mujeres, para defender nuestros derechos, nuestros cuerpos, nuestra libertad… Las mujeres y el feminismo somos imprescindibles para el cambio social y cultural que una sociedad más igualitaria requiere.

Estamos aquí para lograr una igualdad real en el mundo laboral

Porque sufrimos una brecha salarial del 27% que incide especialmente en las mujeres mayores de 45 años

Porque el hecho de ser mujer nos precariza y la maternidad nos penaliza

Porque las excedencias y jornadas a tiempo parcial por cuidado de familiares nos crean un techo de cristal para acceder a puestos de responsabilidad y mejores trabajos.

Porque, a pesar de haber más mujeres estudiantes que hombres, en el mundo laboral, incluido el de la investigación, las mujeres están ínfimamente representadas, sería escandaloso que en la salida de esta crisis se prescindiera del potencial intelectual del 52% de la población.

Estamos aquí para conseguir un empleo justo, porque como ha evidenciado el COVID, las mujeres han estado en primera línea de la crisis como trabajadoras de la salud, como cuidadoras, limpiadoras, ayudas a domicilio, dependientas, cuidando a niños y mayores… y sin embargo tienen los trabajos más precarizados…

Estamos aquí para poner en valor el trabajo de cuidados

Unos CUIDADOS esenciales para la sociedad que deben ponerse en el centro de la vida, sin ellos… como hemos podido comprobar durante la pandemia, los menores, los mayores, y los más vulnerables quedan desasistidos.

Queremos compartir este trabajo de cuidados, queremos que sea asumido equitativamente entre hombres y mujeres

Para revalorizar esos cuidados, es necesario poner en marcha sin excusas servicios públicos de calidad, pero también modelos donde el empleo se reparta y las actividades dejen de ser propias de alguno de los sexos.

Estamos aquí para exigir mejores pensiones de viudedad, porque los trabajos de cuidados gratuitos crean situaciones tan lamentables como las que padecemos mujeres mayores que después de habernos pasado la vida trabajando para toda la familia tenemos que sobrevivir con una triste pensión no contributiva porque hemos sido consideradas población inactiva. Para nosotras pedimos la cotitularidad de las pensiones y que el tiempo dedicado a tareas de cuidado sea reconocido en el cálculo de las pensiones.

Estamos aquí, con las mujeres con discapacidad física y psíquica, porque sufren doblemente la desigualdad por su condición de mujer y de discapacitadas

Las mujeres con discapacidad tienen derecho a disfrutar de los mismos derechos y oportunidades que el resto de la población, por ello reclamamos una mayor visibilidad, y un esfuerzo de la sociedad para comprender y ayudar a superar todas las barreras que sufrimos.

Estamos aquí para gritar bien fuerte contra el neoliberalismo salvaje que se impone como pensamiento único a nivel mundial y que destroza nuestro planeta y nuestras vidas. Las mujeres tenemos un papel primordial en la lucha contra el cambio climático y en la preservación de la biodiversidad.

Estamos aquí las mujeres migrantes, porque nos reconocemos diversas y no distinguimos entre nosotras y las otras, para que en nuestra sociedad cesen la criminalización y el racismo.

Nosotras, las mujeres migrantes, que hemos llegado aquí en busca de unas mejores condiciones de vida y que trabajamos…. Queremos que se nos reconozca la aportación económica, social y cultural que hacemos en esta sociedad y que nuestra voz sea escuchada.

Estamos aquí para conseguir una sociedad más igualitaria, exigimos una educación pública, laica y de calidad que fomente la inclusividad y los valores del feminismo, que asegure una educación afectivo sexual para nuestros jóvenes, porque no podemos dejar la educación sexual en manos de la pornografía, que denigra y humilla a las mujeres. Exigimos una formación emancipadora para todos los seres humanos, una educación que no invisibilice a las mujeres.

¡¡NI UNA MENOS!!

La cuarta ola del feminismo ha hecho de la violencia machista el eje de su lucha. Porque hermana, te siento, te entiendo y te creo. No necesito que un juez me diga que podemos creerte, no me hace falta que te suicides o que te asesinen para creerte. Yo te creo. Te creo a ti y a tu dolor.

La revolución tiene un nombre, y es de mujer.

Y nosotras estamos aquí para decir basta ya a las violencias machistas, porque:

Queremos una mayor protección para las mujeres, porque es insuficiente para quienes denuncian agresiones.

Queremos ser libres en los espacios públicos, no valientes, porque la noche y la calle también son nuestras

Queremos que se garanticen los derechos sexuales y reproductivos de todas las mujeres.

Basta de violentar nuestros cuerpos, de una alianza criminal entre el patriarcado y el capital, que nos quiere empobrecidas, dóciles, calladas y sumisas, y que pone precio a nuestros cuerpos.

Y exigimos políticas de estado contra todas las violencias machistas que se doten de recursos y medios para el desarrollo de políticas reales y efectivas., que ayuden a conseguir una sociedad libre de violencias contras las mujeres y las niñas.

Este atípico 8M, nos sentimos unidas a mujeres en todo el mundo, reivindicando el espacio que nos corresponde social y políticamente. Nos lo debemos a nosotras, a las mayores, y a las jóvenes que no quieren esperar 150 años para conseguir una igualdad real. Para ellas y para todas, queremos acabar con los privilegios y las desigualdades estructurales. Y entre todas y todos, SÍ mujeres y hombres como los que hoy estáis en esta plaza, trabajando codo con codo porque nadie sobra en la lucha por la igualdad, queremos construir una sociedad más equitativa, respetuosa y justa

NI UN PASO ATRÁS

EL FEMINISMO ES IGUALDAD….