Los empresarios recuerdan que "el dato peor está por llegar" y los sindicatos piden que se proteja a los trabajadores más vulnerables

El aumento del paro en casi 1.000 personas, el descenso de afiliados en algo más de 2.000 y el de contrataciones en más de 2.200 llena de preocupación a los empresarios, que consideran que estamos ante cifras muy precupantes.

Salvador Cored, director general de CEOS-CEPYME Huesca, recuerda que el titular sería "Caída importante del desempleo, pero que todavía no recoge el impacto grande, que será en este mes de abril". Cored destaca como algo negativo, que el incremento mensual e interanual del paro es mayor que el de Aragón y España, una lástima cuando marzo era un mes en el que tradicionalmente se registraban datos positivos. Con lo que respecta a la afiliación a la Seguridad Social, la tasa de caída mensual es más intensa en Huesca que en Aragón y en España, y además se ha roto la tendencia anterior.

CEOE Aragón cree que los datos conocidos este jueves no hacen sino reflejar los primeros efectos de la crisis económica provocada por la crisis sanitaria y las medidas de fuerte ralentización de la economía y limitación de movimientos de los ciudadanos impuestas para luchar contra ella.

Solo facilitar la liquidez imprescindible para que las empresas puedan afrontar pagos y sobrevivir en esta situación, así como flexibilizar en todo lo posible sus obligaciones fiscales y administrativas, puede ayudar a mantener vivas el mayor número de empresas posible y, con ello, favorecer la recuperación de la actividad, el empleo y los ingresos públicos, que va a ser muy complicada.

Indican que el impacto sobre el empleo va a ser toda vía mayor porque este depende mayoritariamente del sector privado y las empresas se han visto obligadas, por causas comprensibles pero ajenas a su actividad y voluntad, a paralizar o minimizar su actividad, excepto algunos sectores que están trabajando a pleno rendimiento en centros sanitarios y asistenciales; en toda la cadena agroalimentaria (producción y distribución), el transporte, la limpieza o la seguridad de edificios e incendios.

También por ello, están trabajando junto al Gobierno de Aragón y el resto de organizaciones empresariales para intentar que el Gobierno central flexibilice el cierre de algunas empresas y sectores, en las que una parada total puede suponer un grave riesgo para su continuidad y/o afecciones importantes en otras actividades consideradas esenciales.

Por su parte, los sindicatos también lamentan la situación que se está viviendo. Carlos Villacampa, secretario provincial de UGT se muestra muy preocupado por los colectivos más vulnerables, en un momento en el que, asegura, estamos en una situación muy complicada. Por su parte, la responsable de CC. OO. Conchi Jiménez, incidía en que es necesario atender a esos trabajadores que no han podido, ni van a poder, acogerse a las diferentes medidas puestas en marcha por el Gobierno.

Además, para CCOO Aragón la prioridad absoluta es combatir la crisis sanitaria, pero además hay que tomar las medidas necesarias permitan hacer frente al brutal impacto económico y laboral que está teniendo esta crisis. Evitar la destrucción de empleo y proteger a los trabajadores afectados por los ERTES, es una de las prioridades del sindicato. Por ese motivo negociaron con el Gobierno la agilización y flexibilización de plazos de los ERTES como un medio para salvar cientos de miles de puestos de trabajo, pero esto requiere que el Gobierno redoble los mecanismos de control para evitar la picaresca de algunas empresas controlando la causa de presentación de los ERTES, las condiciones de su aplicación y sobre todo garantizando la incorporación de todos los trabajadores afectados a sus puestos de trabajo cuando finalicen los expedientes.

CC. OO. Aragón valora que el Gobierno haya atendido las demandas sindicales y aprobado un buen número de medidas económicas y sociales dirigidas a proteger a una parte más de las personas más vulnerables, temporales que finalizan su contrato sin derecho a desempleo, personas que precisan apoyo para el pago del alquiler, una prestación para las empleadas de hogar, atención especial a las mujeres que sufren violencia de género, o el aplazamiento de cotizaciones para los autónomos. Siendo positivas estas medidas sigue habiendo colectivos sin ningún tipo de prestación y muy vulnerables, trabajadores que han finalizado sus contratos temporales, desempleados que han agotado prestaciones contributivas o asistenciales o que no pueden acceder a ellas, o personas que han reducido su jornada laboral para cuidar de los hijos, entre otros.