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GRAUS

Los lamas de Panillo celebran la llegada del Año 2149 del Tigre de Agua

El templo Dag Shank Kagyu ha celebrado hoy el Día del Losar con la ceremonia del humo blanco 

Alrededor de un centenar de personas entre lamas, residentes, simpatizantes del budismo, vecinos de Ribagorza y personas llegadas de otros puntos de la geografía nacional se han encontrado, este jueves, en Panillo, en Dag Shang Kagyu, para participar en la ceremonia del Losar y dar la bienvenida al año 2149 del Tigre Masculino de Agua. Montse Montes de Oca, presidenta del templo, espera que el nuevo llegue cargado de energía y de ideas para salir de situaciones complicadas como la actual.

La celebración, que el año pasado fue privada, ha recuperado la presencialidad aunque el aforo del templo se ha reducido al 50% y, de hecho, ni siquiera se ha cursado invitación oficial a las autoridades aunque a título personal participaban la alcaldesa de Graus, Gemma Betorz, y el diputado regional José Antonio Lagüens. La ceremonia del humo blanco, que se han realizado en el exterior, estaba abierta a todo aquel que quisiera participar.

El Día del Losar ha comenzado con el intercambio de catas, como buenos augurios, desayuno tibetano y el ritual de Guru Rimpoche en el interior del templo y, después, el programa ha continuado en la explanada exterior dirigido por lama Drubgyü con las celebraciones más vistosas como son el ritual del fuego de purificación y ofrecimiento al universo con el humo blanco y la harina y los cantos y plegarias de los lamas.

Como suele ser habitual, antes de continuar con la ceremonia en el interior del templo, el lama Drubgyü se ha dirigido a los asistentes para pedir la paz y el final de la guerra entre Rusia y Ucrania.

Las celebraciones que comenzaron el pasado lunes concluirán este viernes con la lectura, por parte de los lamas, de los textos de la Prajnaparamita, el Sutra del Corazón o sabiduría trascendente y, a continuación, el paseo por los alrededores del templo para esparcir las bendiciones.

La presidenta de Dag Shang Kagyu ha explicado que, el templo, va recuperando poco a poco la normalidad, algo que se nota en el número de residentes que vuelven a ser los habituales, 14, en verano 8 en invierno más el personal contratado. Siguen siendo 8 los lamas que viven en el templo de Panillo.

Estos dos años de pandemia se han aprovechado para avanzar en la ornamentación y hay nuevas estupas y elementos como una fuente y, este verano, se espera que pueda estar ya funcionando la cafetería para ofrecer más servicios a los turistas que cada año visitan al templo. Montes de Oca hablaba de unos 35.000 visitantes el año pasado, concentrados, en verano y, especialmente, en los puentes festivos en los que se han llegado a contabilizar hasta 6.000 visitantes.