Los Nabateros de Sobrarbe superan con habilidad las dificultades del río Cinca
De las tres nabatas de dos trampos que salían de Laspuña, dos llegaban a Aínsa, mientras que la tercera encallaba en el recorrido


La Asociación de Nabateros de Sobrarbe celebraba este domingo la 36 edición del descenso de nabatas por el río Cinca, entre las localidades de Laspuña y Aínsa, una tradición que recuerda el antiguo oficio del transporte fluvial de la madera desde el Sobrarbe hasta la desembocadura del Ebro. La Asociación de Nabateros de Sobrarbe recuperó en 1984 esta tradición que este año cumple el 36 aniversario. El evento pretende recordar este antiguo oficio y homenajear a los nabateros que arriesgaban sus vidas en el transporte de la madera. En el año 1941 tuvo lugar el último descenso nabatero profesional.
Dieciocho nabateros salían de Laspuña en tres nabatas de dos trampos, aunque solo llegaban dos nabatas a Aínsa puesto que la tercera encallaba en el recorrido.
Tras casi dos horas de descenso, los nabateros llegaban a Aínsa después de realizar varias maniobras de habilidad y destreza para salvar las dificultades que presentaba el río Cinca. Numeroso público seguía con interés el desarrollo del descenso, tanto en la salida como la llegada y en los distintos tramos del recorrido.
El presidente de la Asociación de Nabateros de Sobrarbe, Félix Buil, explicaba el descenso había tenido sus complicaciones pero los nabateros había superado las dificultades con compañerismo. Buil destacaba que “el caudal de agua era un poco justo en esta ocasión”.
ENTRA CORTE NABATAS 2022 1 (INFORMATIVOS)
La consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno de Aragón, María Victoria Broto, afirmaba que “los habitantes de Sobrarbe tenían muchas ganas de celebrar la fiesta de las nabatas" al mismo tiempo que destacaba que "los jóvenes también tienen interés en mantener la tradición de la nabatas puesto que están colaborando de manera importante”.
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Colocación en el monumento nabatero de Laspuña de un ramo de flores en recuerdo de todos los nabateros, misa, almuerzo, y el descenso de las nabatas eran los actos celebrados este domingo en la edición número 36 de descenso de nabatas.
La Comarca de Sobrarbe fue el primer territorio aragonés que impulsó y consiguió que estas plataformas volvieran a descender por un río. La fiesta de las nabatas fue declarada Bien de Interés Cultural Inmaterial. Para Sobrarbe el descenso es un gran acontecimiento turístico y social que se ha convertido en un fenómeno de masas.
La tradición nabatera del Cinca, transporte de los troncos de madera por el río desde el Pirineo hasta Tortosa en el Mediterráneo, se remonta al SXVI época en la que ya se encuentran los primeros documentos escritos sobre esta peligrosa profesión.


El transporte fluvial de la madera", candidato a Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. El descenso de nabatas de Sobrarbe, Galliguera (Biscarrués) y Hecho en la provincia de Huesca se reconoce en Europa.
La comisión de la Unesco comunicaba que el expediente de la candidatura internacional "El transporte fluvial de la madera", presentado por Austria, Chequia, Alemania, Letonia, Polonia y España el día 29 de marzo de 2021, se había aceptado para su posible inscripción en la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
El descenso de nabatas que se realiza cada año en la provincia de Huesca por los nabateros de Sobrarbe, Galliguera (Biscarrués) y Hecho pretende recordar este oficio que fue importante en su momento, y que ahora se reconoce en Europa en una candidatura internacional.
La Asociación Internacional de Nabateros decidía que Polonia presentara a la Unesco la candidatura para que el transporte fluvial de la madera sea declarado Patrimonio Mundial Inmaterial de la Humanidad. Los países con tradición de transporte fluvial de la madera, entre ellos España, apoyan la candidatura.
El departamento de Educación, Universidad, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón declaraba "Bien de interés cultural inmaterial" la cultura del transporte fluvial de la madera en Aragón. Se reconocía y protegía de esta forma una actividad tradicional que constituye una parte esencial del patrimonio etnológico aragonés y que sigue viva mediante la celebración anual de descensos de nabatas. Además, el Gobierno de Aragón se adhería al proyecto de candidatura de la cultura del transporte fluvial de la madera para que sea incluida en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco. Se trata de una candidatura compartida con Navarra, Cataluña, Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana.
BREVE HISTORIA DE LAS NABATAS EN SOBRARBE
Las Nabatas se han convertido en un fenómeno de masas en la Comarca de Sobrarbe y constituye uno de los acontecimientos turísticos y sociales más importantes de la primavera.
La tradición nabatera del Cinca se remonta al S.XVI, época en la que encontramos los primeros testimonios de esta peligrosa profesión en localidades como Laspuña, Puyarruego y Escalona.
Este oficio no sufrió ninguna evolución con el paso de los años. La lentitud y peligrosidad de la labor junto con la llegada al valle de los primeros camiones de carbón y leña hicieron que se extinguiera esta forma tradicional de transporte. Por otra parte la regulación del Cinca y el Ebro, con la construcción de presas y pantanos hicieron inviable del todo este método de navegación.
La nabata es un antiguo sistema de transporte de los troncos de madera de las zonas productoras de la montaña a las serrerías, situadas en las partes bajas de los valles. El trayecto iba desde el Pirineo hasta Tortosa en el Mediterráneo.




