Suspendidas las acampadas desde el 29 de julio
Los trabajadores que no estén vacunados de las residencias deberán realizarse una prueba diagnóstica cada 72 horas <br>
Salud Pública anunciaba ante la oleada de contagios que se suspenden las acampadas desde el próximo 29 de julio. También el paso a nivel de alerta 3 de las actividades de verano infantiles y juveniles. Sí que podrán llevarse a cabo colonias urbanas sin pernocta, campos de voluntariado juvenil, actividades de aventura al aire libre y colonias con pernocta en grupos de un máximo de 55 participantes, excluyendo a los monitores.
Sira Repollés, consejera de Sanidad
REPOLLÉS 1 COLONIAS 22
Además, el responsable de cada una de las actividades deberá comprobar con antelación al inicio de la misma que los participantes cumplen alguno de los siguientes requisitos: haber recibido la pauta completa de vacunación (habiendo transcurrido 14 días desde la administración de la última dosis); haberse recuperado de la infección por covid y hallarse en periodo comprendido entre día 11 y el 180 después de la prueba diagnóstica positiva, o disponer de una prueba diagnóstica negativa realizada en las últimas 72 horas en caso de PCR o de 48 en el caso de test rápido de antígenos.
Cambios en residencias
Por otra parte, la orden publicada este jueves contempla que los trabajadores de residencias que no estén vacunados van a estar obligados a realizarse, como medida preventiva, una prueba diagnóstica cada 72 horas. La decisión se suma a la de que los trabajadores no vacunados o con infección en los últimos 180 días que regresen de permiso o vacaciones debían realizarse dicha prueba con 72 horas de antelación antes de reincorporarse a su puesto. Todo ello, para evitar brotes como el ocurrido en Benabarre, que deja ya casi una treintena de contagios entre usuarios y trabajadores.
Francisco Falo, director general de Salud Pública
FALO 1 RESIDENCIAS 22
Además de las medidas ya indicadas en la orden, desde el Departamento de Ciudadanía se está realizando una monitorización de todas residencias con brotes, para conocer su situación e implementar medidas en caso de que sea necesario junto a Salud Pública (ayudar en la sectorización, dotar de material si hiciera falta o conocer, si las hubiera, necesidades de personal). Además, cada residencia cuenta con un responsable de Salud Pública que determina, en función de la situación de cada centro, qué medidas restrictivas deben tomarse.