Unidad de acción de ASAJA, COAG y UPA, que se movilizarán en defensa del sector a final de mes

Cada una de las organizaciones profesionales agrarias, ASAJA, COAG y UPA han realizado recientemente valoraciones del pasado año 2019, tanto desde el ámbito estatal, como a través de los responsables territoriales. En todos los casos coinciden en la evolución negativa del sector y en la existencia de problemas estructurales, que ponen en grave riesgo la supervivencia de miles de explotaciones agrícolas y ganaderas. Ante esa situación, han decidido convocar movilizaciones, que se celebrarían entre el 28 y el 30 de enero. En Aragón, se celebrará una manifestación el 28 de enero, en Zaragoza, en PLAZA, recorriendo los centros de distribución.

Las direcciones nacionales de ASAJA, COAG y UPA han acordado enmarcar las movilizaciones convocadas en un marco estatal de unidad de acción. Las movilizaciones que se realicen podrían ser bajo diferentes modalidades, como manifestaciones, concentraciones o tractoradas. Asuntos como la falta precios justos, la grave crisis de rentabilidad de las explotaciones, los seguros, la reforma de la PAC, daños por fauna salvaje, prácticas de la distribución con la imposición de barreras comerciales, el reto climático o la necesidad de poner en valor el sector serán motivo de estas protestas.

Otorgan una gran importancia a que las tres organizaciones están dando una respuesta común a los problemas reales de los agricultores y ganaderos, visibilizando de esta forma su compromiso y reforzando su legitimación como organizaciones representativas de los agricultores y ganaderos e interlocutores ante los gobiernos.

Los convocantes han señalado la importancia de que todo el sector trabaje unido en defensa de su futuro, un futuro que, si no se toman medidas urgentes, ven “muy negro”. Las protestas pretenden ser un punto de inflexión ante las dinánicas que, en opinión de estas organizaciones agrarias, están llevando a la ruina a agricultores y ganaderos de muy diversos sectores. Aseguran que hay que cambiar las cosas, y que todos los implicados deben escuchar alta y clara la voz del campo.