La incoherencia de la FSA

Asturias

No es nada nuevo. Los socialistas asturianos llevan muchos años mostrando sus incoherencias en relación con lo decidido por el partido en Madrid. La razón: el querer quedar bien con todo el mundo, el ir con los de la feria y venir con los del mercado, el pretender conseguir el voto de los ciudadanos del Principado, aunque eso sí, sin molestar a los dirigentes nacionales de la organización. Vamos, la cuadratura del círculo.

Los casos de esta falta de congruencia de la Federación Socialista Asturiana son muy numerosos a lo largo de las últimas cuatro décadas, desde la constitución de la comunidad autónoma, e incluso antes, en la época preautonómica. El “sucursalismo” no es algo que se limite solo al PSOE, también afecta al resto de los partidos de ámbito estatal con implantación en Asturias, pero es más notorio entre los socialistas por una sencilla razón, porque es la formación que más tiempo gobernó en el Principado, con mucha diferencia.

Si hay un ejemplo claro de esta dependencia de la FSA de sus hermanos mayores madrileños quizás sea éste el de la Variante ferroviaria de Pajares. Varias fueron las ocasiones en las que los diputados socialistas votaron en contra del proyecto desde que el centrista Alejandro Rebollo lo pusiese en marcha en la década de los ochenta del pasado siglo. Y lo hicieron en contra del criterio de todos los partidos asturianos con representación parlamentaria.

Ahora, esta misma semana, ha vuelto a ocurrir. El pasado martes los diputados en Cortes asturianos (junto a la de Podemos) votaron en contra de una iniciativa del PP para intentar que el lobo dejase de ser especie protegida en la región, de acuerdo con la opinión mayoritaria de los campesinos asturianos. Y no pero sí: ayer tanto la FSA como IU de Asturias se desmarcaron de sus grupos en el Congreso. Nada cambia.