Ciencia y tecnología

El antiguo Instituto del Carbón cumple 75 años y lidera la investigación para paliar el cambio climático

La celebración, este viernes, del aniversario ha servido para dejar patentes los retos de futuro que aguardan al Instituto

Accesos a la sede del INCAR, con el totem que recuerda su aniversario / María José Loché

Oviedo

El antiguo Instituto del Carbón (INCAR) -actualmente Instituto de Ciencia y Tecnología del Carbono- surgió en el año 1947, dedicado a la investigación científica y tecnológica para el uso y aplicación del carbón y, especialmente, para el proceso de preparación de las hullas y antracitas procedentes de la minería asturiana. Dependiente en la actualidad del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, centra sus trabajos en el desarrollo de materiales de carbono de altas prestaciones para la energía, la des-carbonización y para paliar el cambio climático dando apoyo a la energía verde.

La presidenta del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, la asturiana Rosa Menéndez, que ha asistido este  viernes al acto conmemorativo celebrado en la sede del Instituto, señaló que el centro “más que reinventarse, ha tenido una evolución continuada, adaptándose hacia la mejora de los procesos de conversión del carbón, dirigiendo todo el conocimiento a paliar el cambio climático, a mitigar la huella de carbono y al desarrollo de nuevos materiales de altas prestaciones y está dando un apoyo importantísimo a la energía verde”.

Acto de celebración del 75 aniversario del INCAR

A la celebración de los 75 años de este antiguo Instituto del Carbón, asistió también el consejero de Ciencia, Universidades e Investigación, Borja Sánchez. Aseguró que “el futuro del centro pasa por su presente” que es la investigación de vanguardia sobre materiales destinados a la transición energética y la des-carbonización. Una investigación que se complementa con la que desarrollan otros organismos situados en el entorno de este centro, como el Instituto de Productos Lácteos de Asturias, el HUCA, el ISPA, la FINBA  o el Vivarium de Ciencias de la Salud.

El instituto de Ciencia y Tecnología del carbono (INCAR-CSIC) es el más antiguo de Asturias y en él trabajan 116 personas entre científicos, técnicos y administrativos. Lidera 24 proyectos punteros de investigación y tiene un presupuesto de siete millones de euros.

 
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