Cada asturiano tira a la basura más de 30 kilos de alimentos al año. Lo que quiere impedir la ley del desperdicio alimentario

Oviedo

Sin duda es una buena noticia para acompañar el 25 aniversario del Banco de Alimentos de Asturias. Este jueves cuando, a las seis y media en el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo, los voluntarios de la fundación celebren el cumpleaños, lo harán sabiendo que ya nos tomamos en serio el grave asunto del desperdicio de alimentos. Este martes, el Consejo de Ministros aprobó la nueva Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario. La norma prevé que los supermercados tengan que poner a la venta los alimentos feos y realizar promociones con productos que están cercanos a su fecha de caducidad o a su momento de consumo preferente. También los alimentos con la fecha de consumo recomendado vencida, deberán ofrecerse con grandes descuentos para procurar su venta rápida. Por su parte, los restaurantes tendrán que generalizar una práctica cada vez más común como es ofrecer la comida sobrante en un táper para llevárselo a casa.

La ley, que aún debe recorrer el camino del trámite parlamentario, entrará en vigor, si todo va bien, en 2023. El objetivo es reducir las vergonzantes cifras de desperdicio de alimentos que, en España, llegan a los 1.364 millones de kilos al año, o lo que es lo mismo, 34 kilos por persona en 2020. Obligará a todos los actores de la cadena alimentaria a elaborar un plan de prevención para evitar el desperdicio de alimentos. La ausencia del mismo podrá traer consigo multas de entre 2.000 y 60.000 euros. Y hasta 500.000 euros para los reincidentes.

Este miércoles, en Hoy por Hoy Asturias, hemos hablado de ello con Bernardo Sopeña, presidente de la Fundación Banco de Alimentos de Asturias. Nuestro invitado se muestra satisfecho por una norma que “llega tarde porque debería estar en vigor desde hace años”, y está convencido de la utilidad de la ley porque ayudará a no tirar alimentos a la basura “como en muchas casas en las que se tiran alimentos elaborados solo porque se han pasado de fecha de consumo preferente”, afirma.

El Banco de Alimentos de Asturias, que este jueves celebra 25 años de existencia, lleva mucho tiempo trabajando en esta misma línea. Un ejemplo de ello son los más de 90.000 kilos de alimentos que, en el último año, se han ‘salvado’ en Mercasturias o los convenios con muchos supermercados para retirar productos que no cumplen con los exigentes cánones de belleza para ponerlos a la venta en sus expositores. El objetivo, como afirma el ministro Luis Planas “es acabar con el desperdicio con sus consecuencias económicas, sociales, ambientales y éticas”.