La Catedral de Oviedo se llena para despedir a Gabino Díaz Merchán: "Nos ha hecho a todos un poco más buenos"
Los restos mortales del arzobispo emérito de Oviedo descansan ya en el templo ovetense a los pies de la Virgen de Covadonga, tal y como el propio Diaz Merchán deseaba
Oviedo
La Catedral de Oviedo, con un aforo de más de 1.000 personas, y varias hileras de sillas situadas para la ocasión a los lados de los bancos habituales, casi se queda pequeña para despedir al arzobispo emérito de Oviedo, Gabino Díaz Merchán, fallecido el pasado martes a los 96 años. A la misa funeral por su descanso, oficiada por el Arzobispo Jesús Sanz Montes con la participación de varios obispos, arzobispos, y un centenar de sacerdotes de la diócesis ovetense, han acudido tanto autoridades de la vida política, empresarial y social asturiana, como personas anónimas, volviendo a quedar patente que el finado era un hombre bueno que se ganó a los asturianos sin distinción de creencias o ideologías.
El féretro con los restos mortales de Gabino Díaz Merchán salió a las once de la mañana en procesión desde la Capilla del Rey Casto, por los jardines exteriores, para hacer su entrada por la puerta principal de la Catedral. Silencio y caras tristes de personas de toda condición y edad, había incluso algún niño presente. En los primeros bancos además de sus familiares, un cuñado y cinco sobrinos, se sentaron las autoridades, el presidente del Principado, Adrián Barbón; la vicepresidenta del Junta General, Celia Fernández; la delegada del Gobierno, Delia Losa; o el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli; y también diputados del parlamento asturiano, o el ex presidente del Principado, Pedro De Silva y el ex delegado del Gobierno, Gabino de Lorenzo.
Durante la homilía el Arzobispo de Oviedo, Jesús San Montes, volvió a destacar lo que ya hemos oído en tantas voces durante estos días desde que trascendiera la noticia de su fallecimiento, que Díaz Merchán fue el arzobispo de la concordia, conciliador, dialogante, un hombre bueno que hacía mejores a quienes le conocían, y que decía lo que pensaba con respeto, pero siempre con sinceridad, también cuando tocaba ser crítico con la Iglesia y sus representantes, o con los políticos y gobiernos.
Monseñor Jesús Sanz Montes en el funeral por Gabino Díaz Merchán
En representación de la Conferencia Episcopal Española, que presidió el propio Díaz Merchán durante varios años, ha estado Carlos Osoro, su vicepresidente, ahora Arzobispo de Madrid pero que también lo fue de Oviedo, sucediendo precisamente al fallecido. Fue para él un padre, un hermano y un consejero y marcó el devenir de la iglesia, ha dicho.
Carlos Osoro en el funeral del arzobispo emérito de Oviedo, Gabino Díaz Merchán
Los restos mortales del que fuera Arzobispo de Oviedo durante 33 años, Toledano de nacimiento y asturiano de adopción, aquí vivió durante 50 años hasta su muerte, descansan ya en la Capilla de la Virgen de Covadonga, a los pies de la Santina, tal y como él deseaba. Allí también está enterrado Javier Lauzurica, arzobispo de Oviedo nombrado en 1954, y reposan , en una urna, los restos de San Melchor de Quirós santo asturiano martirizado en 1858 en Vietnam.