Caja Rural de Asturias creará entre 30 y 40 empleos en dos años

Oviedo

2021 fue “un buen año” para Caja Rural de Asturias y 2022 también lo será si se atiende al resultado del primer trimestre, aunque con las incertidumbres derivadas de la inflación, la subida de tipos y la previsible caída del consumo. La entidad cooperativa de crédito prevé reforzar su carácter de banca de proximidad: no cerrará oficinas, valorará si abre puntualmente alguna y, sobre todo, aumentará el empleo, con la incorporación de entre 30 y 40 nuevos empleados en dos años.

Ese último aspecto resulta especialmente llamativo, al situar a Caja Rural de Asturias en las antípodas de todo el sector financiero, embarcado en macrooperaciones de recorte de personal derivadas de la digitalización y las fusiones. En el inicio de la Asamblea Anual de Caja Rural de Asturias, su director general, Antonio Romero, formuló una explícita invitación a los jóvenes asturianos. Buscan titulados universitarios orientados hacia la atención al público. Incorporarán entre 30 y 40 en dos años. Están valorando establecer un perfil específico para sus oficinas en comarcas rurales. Actualmente son 452 empleados en sus 113 oficinas, nueve trabajadores más que el año anterior, para atender a sus 388.000 clientes asturianos, una cifra que crece en los últimos años entre un 5 y un 6 % anual. En 2021, han sumado 17.508 nuevos clientes. Un estereotipo que se rompe: el 58 % de esos clientes son usuarios de banca digital, una proporción creciente. Caja Rural apuesta por la dualidad de canales de atención.

La Asamblea ha aprobado esta mañana el reparto de beneficios por valor de 4,14 millones de euros entre sus 132.000 socios. En cuanto a las cuentas anuales, Caja Rural de Asturias ha cerrado el ejercicio de 2021 con un resultado de 27,7 millones de euros, que suponen un 26,6 % más que en 2020.