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Adrián Barbón optará a un segundo mandato en Asturias: "En septiembre anunciaré lo que todo el mundo supone"

El presidente del Principado ha anunciado en la SER que se queda en la comunidad y ha avanzado que en septiembre llevará a cabo la segunda ronda de reuniones con distintos ministerios

El presidente del Principado Adrián Barbón en la SER

Asturias

Mañana comienza el Debate sobre el Estado de Nación. ¿Espera que Asturias se cuele en el discurso de Pedro Sánchez? O algún asunto que afecte particularmente a esta comunidad autónoma.

Los Debates de Orientación Política, que es como se llaman a nivel general, en este caso tiene que dar una visión general del país. Es decir, no se hace un repaso de la situación comunidad por comunidad. Ahora sí nos preguntamos si va a salir Asturias estoy convencido de que sí porque entre otras razones se van a tratar temas que tiene mucho que ver con el impacto de la guerra de Ucrania y que afectan a cuestiones que son claves para los asturianos como es el precio de la energía o el precio del gas y de la gasolina. Todas estas cuestiones que desde luego están afectando a empresas y familias. También está todo el aterrizaje de los fondos europeos que para nosotros es clave. Mismamente hace poco la reunión de Reyes Maroto, la ministra de Industria iba en este sentido, en ver cómo conjugar los fondos europeos precisamente para que salga adelante el gran proyecto de descarbonización de Arcelor. Estoy convencido de que va a haber muchos anuncios, que el Gobierno va a hacer una apuesta en positivo y destacaría sobre todo que es recuperar un marco de normalidad institucional porque llevamos mucho tiempo sin que se celebraba este debate.

En lo que sin duda volverá a incidir en la dureza de la situación a la vuelta del verano. Usted se ha pronunciado hoy en la misma línea. ¿Para qué sirve esa advertencia?

Sirve sobre todo para que seamos conscientes de la realidad porque los políticos o quienes representamos a los ciudadanos en un cargo institucional lo que no podemos hacer es negar lo evidente. Hay que trasladar sin paños calientes cual es la realidad y la realidad es que la guerra de Ucrania está teniendo un impacto económico brutal que se está notando en el precio, por ejemplo, de las materias primas o en el precio del gas. Eso además contamina el resto de precios. De ahí la deriva inflacionista que estamos viendo en toda Europa y por lo tanto va a depender mucho de lo que pase en los próximos meses en Ucrania ese impacto o no en el resto del territorio. Abordo esta crisis de la guerra de Ucrania de la misma manera que abordé la crisis de la pandemia: con la sinceridad por delante y diciéndole a la gente lo que hay, tomando medidas evidentemente para intentar proteger a los más vulnerables, pero también reconociendo que sabemos que un control de la situación en Ucrania significaría automáticamente un efecto rebote económico.

¿Cree que funcionará la comisión bilateral de seguimiento de la ejecución presupuestaria? El consejero de Cohesión Territorial llegó de la primera reunión con el ministerio de Transportes sin apenas concreciones, excepto la reapertura del puente de la barrosa para este mes. El resto, para septiembre…

Si no lo creyera, no hubiera apostado por ella. Hay una comisión específica en las inversiones de transportes, que para nosotros siempre son vitales y esta ya se ha empezado a reunir. Sirve, si se me permite la expresión, para estar haciendo mayor presión sobre el Ministerio de Transportes, para garantizar el cumplimiento de lo que son los Presupuestos Generales del Estado y las grandes demandas de Asturias. Y luego estaría la más política. En esto lo que reivindicó para Asturias es, ni más ni menos, que la capacidad de tener una comisión bilateral del diálogo de los grandes temas, igual que lo tienen otras comunidades autónomas. Si otras comunidades autónomas lo tienen, Asturias no tiene porque quedarse atrás. Puede ser un foro para que, sobre todo el Gobierno de España, sea muy consciente de los problemas que tenemos y para que a mí me permita de forma directa, como presidente del Principado, defender los intereses de Asturias. Ante cualquier duda, ante cualquier disyuntiva mi interés siempre está con Asturias. Así que estoy convencido de que esa comisión va a ser útil.

Cada vez que viene un ministro a Asturias se organizan protestas. ¿Prefiere que se queden en Madrid?

No, en absoluto. Es más, es bueno cuando hay una movilización de este estilo que los ministros tomen conciencia de cuáles son los temas que preocupan a la sociedad asturiana. A mí no me molestan en absoluto, todo lo contrario, siempre que sean pacíficas. Lo que nunca voy a aceptar es manifestaciones violentas o que generan tensiones de crispación violenta. Pero si son pacíficas, desde luego son buenas y oportunas para sensibilizar al conjunto de la sociedad y también a quienes ocupamos cargos institucionales. También es verdad que cuando los ministros, por lo que sea en este caso, han venido después de que yo hiciera aquel maratón ministerial en Madrid, maratón que por cierto voy a repetir porque creo que ha tenido buenos resultados.

¿Entiende las protestas durante la visita de Teresa Ribera? Si hubiera llegado un día más tarde hubiera sido más suave. Parece que se encauza la gestión del lobo, aunque los ganaderos tienen sus reservas, y EDP ya pone cifras para descarbonizar plantas en Asturias.

Con Teresa Ribera hemos tenido diferencias claras que además no ocultamos. Yo mismo he fijado una posición pública, muchas veces discrepante. Se lo he dicho a ella en privado y se lo he dicho también en público. Por eso antes decía lo de que yo estoy aquí para defender los intereses de Asturias por encima de cualquier otros, los que sean de tribu ideológica o de partido. En el maratón ministerial, le planteé que tal y como estaba el borrador de la estrategia de gestión del lobo, no nos valía, que íbamos a hacer una aportación y que evidentemente, si esa aportación contaba de la aceptación de nuestros ganaderos y ella lo asumía o el Ministerio la asumía, podríamos hablar de otro marco sin renunciar, y esto lo quiero dejar claro, a la reclamación judicial porque nosotros mantenemos la impugnación judicial contra algo que consideramos que fue un error desde el punto de vista político. La visita de Teresa Ribera, sirvió para visualizarla la puesta en servicio de la regasificadora. Toda la tramitación administrativa ahora ya está terminada y ahora lo que está Enagás, su propietaria, está haciendo las obras oportunas de adaptación de una obra que lleva diez o 11 años en hibernación, que es el término concreto que se utiliza desde el punto de vista de la política energética. Además hemos visto una cercanía mayor a lo que son los retos industriales. Así que desde luego, en este sentido, ha sido buena la visita.

Volvamos al lobo. A pesar de lo ocurrido hay reticencias por parte de los ganaderos, tienen sus reservas sobre el asunto. Entre otras cosas, dicen que ha sido un error aliarse con comunidades autónomas con un problema similar al de Asturias.

Es curioso que ahora se diga que es un error aliarse con comunidades autónomas similares a Asturias, cuando hasta no hace mucho se decía que era algo correcto lo que estábamos haciendo, que teníamos que ir de la mano de comunidades que, aún con planteamientos políticos del día a día diferentes a los nuestros, como son Castilla y León, Galicia o Cantabria, pero que tienen una problemática común. Es verdad que Asturias y Cantabria son mucho más similares, por ejemplo, en la gestión del lobo que teníamos antes, de la inclusión en el LESPRE que Castilla y León. En Castilla León era especie cinegética al norte del río Duero. Nosotros no teníamos ese esa situación, la nuestra es muy similar a la de Cantabria. No sé ahora porque se dice que es un error haber intentado hacer frente común, trabajar de la mano que tantas veces se me reclama en el parlamento. Es curioso escuchar a algunos grupos políticos desdecirse lo cual demuestra lo que yo siempre digo, que a veces el nivel político, y no hablo en este caso de las asociaciones ganaderas hablo del nivel político, deja bastante que desear porque no puedes pedir criticar hoy lo que hace tres días estabas reivindicando.

Culpan a Iberdrola y Naturgy de no haber ofrecido alternativas para neutralizar el impacto de las centrales de Lada y Soto. ¿No tendría que haber esperado el Gobierno a la aparecieran alternativas antes de ordenar el cierre?

La solicitud de cierre que se cursa además durante el Gobierno de Mariano Rajoy, no puedo culpar al Gobierno de la época de Mariano Rajoy de ser el culpable del cierre. El cierre es consecuencia directa de dos empresas privadas, en este caso Naturgy e Iberdrola, que hacen un planteamiento de que quieren cerrar sus dos centrales. Yo, desde luego, lo que sí soy es absolutamente exigente y a mí me parece inaceptable, inasumible y de todo punto criticable y por eso le pedí a la ministra claramente que se posicione con nosotros en esta presión sobre las dos empresas. Estas empresas no se pueden ir de rositas del territorio que han estado explotando durante años y años y sacando rentabilidad económica y no lo pueden hacer porque hay otra empresa que se llama EDP que sí ha presentado proyectos de reforma, de transformación y de mantenimiento del empleo. Tan descarbonización es la de EDP como la de Naturgy o la de Iberdrola y yo lo que les exijo a estas dos empresas y creo que la exigencia tiene que ser de todos los agentes políticos, económicos y sociales, es que cumplan con el territorio.

¿Descartan la recuperación del carbón como fuente propia de energía, como hacen en Alemania?

En Alemania la minería de carbón todavía tiene unos márgenes de rentabilidad económica que aquí no tienen, y eso hay que decirlo y otra cosa no, pero de de carbón nacional sé bastante porque en mis tiempos de presidente de ACOM me tocó liderar incluso la defensa de establecer una reserva estratégica para cuando la fluctuación del mercado exterior con carbón de importación supusiera un incremento de costes, se permitiera utilizar ese carbón almacenado nacional. Eso ahora es imposible de plantear y le soy sincero. Es imposible de plantear porque además los procesos de descarbonización suponen que las centrales térmicas están desapareciendo y si no hay centrales térmicas que quemen carbón y si encima el precio de extracción es un precio no competitivo, sino que eleva muchísimo el precio de la producción de la energía, hace de todo punto no rentable. El precio de producción de carbón autóctono sigue siendo muy, muy elevado y en Alemania no es así. Tienen una situación completamente diferente con su propia producción de carbón. Además, en multitud de centros de lo que es minería a cielo abierto no tiene nada que ver con lo que nosotros teníamos en Asturias.

El presidente de la patronal del metal Antonio Fernández Escandón recriminó el funcionamiento de la burocracia, que entorpece el acceso a los fondos europeos. ¿Está fallando algo?

La burocracia siempre es un entorpecimiento habitual. Me sorprende mucho la crítica cuando desde el gobierno que presido creo que está haciendo el proceso reformador más claro desde el punto de vista de la administración desde los gobiernos de Pedro de Silva en Asturias, para embridar una burocracia que se había convertido en un problema de gestión, de tramitación, de ralentización de todo. Desde luego, yo ahí no puedo decir más que comparto plenamente que la burocracia se tiene que reducir. Siempre tenemos que ir a un modelo de administración mucho más ágil. Ahora los fondos europeos es falso que en Asturias no están llegando. De hecho los datos de ejecución oficiales, porque una cosa son las impresiones y otra cosa son los datos oficiales, que se dieron a conocer en un debate en el Senado en el que participó la vicepresidenta Nadia Calviño estableció que Asturias era la segunda comunidad con mejor dato de ejecución de los fondos europeos. La segunda, solo por detrás de las Islas Baleares. Por lo tanto, hay que seguir avanzando, hay que podar, si se me permite la expresión, hay que recortar burocracia, pero desde luego en Asturias yo creo que en materia de fondos no lo estamos haciendo nada mal.

Hablando de fondos, la consejera de Hacienda Ana Cárcaba señaló que sería muy difícil gestionarlos con una prórroga presupuestaria. Y por otra parte, usted está casi pensando que la va a haber.

Lo que tengo es que hablo siempre muy claro y soy muy sincero y muy políticamente incorrecto, lo reconozco. A medida que se acercan las elecciones, el marco político se contamina de una especie de prevención de cualquier diálogo y acuerdo y lo que podemos observar es que hay grupos políticos que están buscando ya posicionamientos de cara a unas elecciones que se tienen que celebrar dentro de diez meses, en mayo del año 2023. Es vital para Asturias tener presupuestos del 2023 y vamos a intentarlo todo desde el Gobierno. Ahora también digo que lo veo muy difícil porque el electoralismo que veo en algunos partidos lo va a contaminar todo.

Por cierto, ¿tiene fecha para la próxima ronda de reuniones ministeriales?

La haremos ya en septiembre, calculo. Es verdad que va a haber novedades en este mes de julio en algún tema relacionado con los ministerios, pero en septiembre seguramente será cuando retome, después del Debate Orientación Política, una nueva ronda de esos maratones ministeriales.

El mes de septiembre va a ser un súper mes porque parece que va a pasar todo, incluso que usted va a anunciar si se presenta o no a la reelección.

Si efectivamente el mes de septiembre va a ser cuando diga una decisión que todo el mundo ya presupone. No va a ser ninguna novedad respecto a lo que todos esperan, excepto aquellos que dicen que manejan fuentes que no tienen nada que ver con la realidad y a mí me da la risa. La realidad es la que es. Yo lo he comentado ya a mis colaboradores más cercanos a las personas más íntimas de mi familia y desde luego voy a hacer público lo que todo el mundo supone y presupone que voy a hacer y que mucha gente ya lo sabe privado.

Es decir, que se presenta.

Lo diré en septiembre, pero desde luego no va a ser ninguna sorpresa para nadie. Es más, lo que quiero también en este sentido es sencillamente decir que es una decisión que tengo tomada desde hace meses porque entiendo que los proyectos políticos no acaban en cuestión de tres o cuatro años, menos aún cuando hay una situación como la pandemia que hemos vivido, menos aún cuando hay una situación de dificultad. Siempre he convivido con el mantra de que iba a estar poco en los sitios. Por ejemplo, cuando fui alcalde de Laviana me acuerdo perfectamente que se decía que no iba a estar ni un año ni dos, que me iba a ir enseguida a la política autonómica. Resulta que soy el alcalde Laviana con mayor duración de un mandato democrático en este momento. Estuve 15 años entre teniente de alcalde y alcalde en el Ayuntamiento Laviana, por poner un ejemplo. Y ahora yo sé que hay mucha rumorología sobre si voy a ser ministro o no voy a ser ministro. Sobre esto lo que tengo que decir claramente es que yo tengo claro lo que quiero ser y ya lo he comunicado a ese círculo más íntimo y lo anunciaré al conjunto de la ciudadanía en el mes de septiembre. Además coincidiendo con la vuelta del verano, pero es una decisión clara. Pensando además en el momento al que vamos, en las dificultades que podemos vivir, en la necesidad que tenemos de estabilidad política, lo importante que es tener experiencia de gobierno y sobre todo del mensaje de esperanza que me ha caracterizado siempre.

Está claro que usted quiere quedarse, pero ¿le han ofrecido algún ministerio?

Nunca hablo de cuestiones de este estilo porque no quiero alimentar ni mucho menos los rumores. Lo que estoy centrado, se lo digo de verdad, es en ser presidente del Principado de Asturias.

¿Le ha impedido la pandemia desarrollar su proyecto?

No vamos a decir que lo ha impedido por completo, pero sí lo ha hecho más difícil. Partía de una premisa fundamental, la recuperación de la autoestima de los asturianos. Era el punto de partida para afrontar los cambios y junto a ello una transformación económica, una nueva reindustrialización de Asturias. Todo esto se complicó. Ha habido proyectos que se han ralentizado. Me hubiera gustado licitar mucho antes el Hospital de Cabueñes, por poner un ejemplo relacionado con Gijón o en cuestiones relacionadas con Oviedo proyectos que tienen que salir, que se han ralentizado, pero van a salir, están saliendo. Lo que puedo decir es que la pandemia lo que significó es que sin perder de vista todo eso, especialmente el punto principal que era la recuperación de la autoestima, nos centramos en lo que era lo importante y lo necesario en aquel momento: luchar por la salud pública, salvar vidas y cuidar a nuestra gente, especialmente a las personas mayores.

¿Pero le ha quedado pendiente algo en concreto que sea una espinita?

Hombre, desde luego, la reforma del Estatuto todo el mundo es consciente de que para mí, y además lo reconocí públicamente, supuso un fracaso el no ser capaz de afrontar esa negociación, de desatascarla y llevarla adelante. Lógicamente, es muy difícil conseguir una reforma del Estatuto cuando lo que se mezclan son otro tipo de negociaciones. Hay que afrontarla ya no en esta legislatura, pero después del 2023, si los ciudadanos quieren, tendrá que hacerlo porque Asturias precisa esa puesta a punto. En la transformación económica me hubiera gustado ir a un ritmo mucho mayor. Ahora sí se ha confirmado los procesos de cambio y descarbonización de Arcelor. En el tema de la variante de Pajares, por ejemplo, la apertura para mayo del 2023 que ha confirmado el Ministerio es una buena noticia y desde luego supone culminar una etapa llena de complejidades, también de malas decisiones políticas. Algunos partidos que se atrevan a preguntarme por retrasos en la variante cuando ellos fueron los culpables de los cambios de trazados... Eso lo sabe muy bien mi antecesor, el presidente Javier Fernández, cuando él defendía lo que yo defiendo, tráficos mixtos de mercancías y viajeros, había algún partido que utilizaba su capacidad de influencia en Madrid para cambiar incluso las traviesas de las vías que ya estaban puestas, retrasando su apertura. Siempre hay alguna espinita, no lo puedo negar y hay problemas que que no se han podido afrontar como a mí me gustaría, pero desde luego, lo más importante que era ese orgullo de pertenencia, de la recuperación de la identidad asturiana, eso sí se ha conseguido.