El chamán detenido en Tuilla utilizaba ayahuasca para captar y controlar a los participantes en sus rituales
La Policía encontró ayahuasca y otras sustancias "altamente peligrosas" en la casa en la que se celebrara una reunión con presencia de menores
El escritor y aventurero valenciano, Enrique Molina, documenta en uno de sus libros sus experiencias con la ayahuasca durante un viaje por el Amazonas. / E. Molina
Oviedo
La Policía Nacional ha confirmado este miércoles que las cuatro personas detenidas el pasado viernes en la aldea de La Braña, en Langreo, se disponían a realizar un ritual neochamánico con la utilización de sustancias psicoactivas altamente peligrosas para la salud; de hecho durante el registro practicado en la vivienda próxima a la localidad de Tuilla, en la que fueron detenidas estas cuatro personas, los agentes intervinieron drogas prohibidas como la ayahuasca y el yopo –una supuesta medicina ancestral-.
Entre los detenidos, la Policía ha identificado a un ciudadano sueco considerado el líder de un grupo organizado que se dedicaba a realizar rituales con supuestos fines sanatorios y espirituales, en cuyo transcurso se suministraban con fines lucrativos sustancias prohibidas. En el caso de Langreo, la Policía sostiene que el ritual se iba a realizar en presencia de menores de edad. Las drogas –o medicinas según el discurso de esta banda- eran utilizadas por el líder del grupo para la captación y control de los participantes en las ceremonias. El pago por estas sustancias era la forma de financiación del chamán y de su familia. De hecho, la Policía intervino en La Braña 5.000 euros en metálico durante la operación.
Los investigadores llaman la atención sobre el hecho de que, en ocasiones, estas sustancias psicoactivas se utilizaban en este tipo de rituales como terapia sustitutiva de la medicina convencional, lo que facilitaba la manipulación de los participantes y los situaba en una situación de mayor vulnerabilidad ante sus dolencias.
La Policía fue advertida de la celebración de esta ceremonia mediante un aviso ciudadano en el correo habilitada para este tipo de denuncias bajo la dirección sectasdestructivas@policia.es.