La Fiscal Superior pide que las sedes de Llamaquique prevean un 20 % más de espacio
Esther Fernández criticó con dureza la gestión de la bolsa de internos que nutre las sustituciones y bajas
La fiscal se ha sometido a las preguntas de los grupos parlamentarios cumpliendo con el precepto de rendición de cuentas ante el parlamento regional. / Ángel Fabián
Oviedo
La fiscal superior de Justicia de Asturias, Esther Fernández, reclama previsión y que se tenga en cuenta a los profesionales en la adaptación de edificios de Llamaquique, en Oviedo, para sedes judiciales. Se queja además de la gestión de la bolsa de interinos para cubrir bajas y suplencias en la Fiscalía. Dice que es lenta, farragosa y que prima la antigüedad sobre calidad.
Ya es una tradición: la presentación de la Memoria de la Fiscalía, en este caso de 2021, en la Junta General, sirve a la fiscal superior como tribuna para poner a los diputados de cara a les demandas más perentorias del Ministerio Público.
“Se avanzó”, reconoció Esther Fernández. Dejó claro que hay fallos en algunos medios telemáticos, pero es que hace poco “no los teníamos”, dijo. No tiene quejas de las sedes judiciales en Gijón, Avilés o Langreo. “El problema está en Oviedo”, dijo. Ahora que ya sabemos que las dependencias se van a concentrar en Llamaquique, pide que se actúe con previsión. Concretó que se deben construir con un 20 % más de espacio sobre las necesidades actuales, “los edificios no pueden quedar pequeños, como ocurrió con los actuales, el mismo día del traslado. Desde que se inicia el proyecto para construir hasta que se acaba, pasa tiempo. Hay que tener en cuenta ese tiempo mas otros 20 años, las cosas no pueden nacer pequeñas”, señaló.
Según la fiscal superior, “tampoco pueden nacer disfuncionales”. Para adaptar los inmuebles a las nuevas funcionalidades, considera imprescindible que se cuente con las indicaciones de los profesionales de la Justicia. Puso un ejemplo: “no se pueden hacer hospitales en edificios de apartamentos, se acaban construyendo sin quirófanos o accesos para ambulancias”, explicó.
La otra queja de la fiscal superior es el funcionamiento de la bolsa de interinos para sustituciones o bajas. Es lenta, a veces se cubre una baja cuando el titular ya tiene el alta. Es ineficiente: se deja fuera a internos ya formados y se manda a otros que hay que empezar por formarlos. Y, sobre todo, Esther Fernández rechaza que se prime la antigüedad sobre la calidad, “un funcionario que esté trabajando de maravilla y, si se produce la reincorporación de algún titular, cesa ese, el que acaba de llegar y lo está haciendo bien, y me tengo que quedar con uno que lleva 20 años y que sigue funcionando mal. El tiempo no debe ser lo que determine una prioridad, sino el buen hacer”, concluyó.
