Ramírez muestra su "felicidad" en el Sporting pero critica el ambiente "tóxico" en redes sociales y medios

Gijón

A una semana de que se cumplan dos meses de su llegada al Sporting, Ramírez afirma sentirse "feliz" de puertas para dentro pero no tanto con el entorno. Sí percibe apoyo y cariño en el trato directo con los aficionados, que "me respetan y me animan", pero explicó que "lo que hay fuera de estas cuatro paredes, no lo puedo controlar. Me gustaría un escenario ideal, que no lo hay en ningún sitio. Obviamente yo no me meto en ambientes tóxicos: redes sociales, prensa, comentarios... Son medios que están haciendo mucho mal a la humanidad en general, no solo al mundo del fútbol, porque no hay filtros, porque no hay códigos, porque digo lo que quiero sin ninguna consecuencia. Yo en ambientes que son así, lo siento, pero me mantengo totalmente al margen".

Por contra, Ramírez agradece el recibimiento por parte de una plantilla que "comprometida que me respeta", la "implicación" del cuerpo técnico y el "respaldo total" que siente por parte del club. De los jugadores valora que son "gente que no se conforma" y no teme que la falta de objetivos pueda llevar al equipo a dejarse llevar en las últimas jornadas. Y con respecto a la permanente comparación con su antecesor, Abelardo Fernández, Ramírez lo asume con aparente naturalidad: era consciente de que se produciría desde su llegada, porque considera que "El Pitu es alguien muy grande en este club, una leyenda para todos. Se tiende a comparar siempre que se da una situación similar; mucho más siendo una persona como el míster".

El canario recalcó la importancia de que el equipo se haga "fuerte en casa" y advirtió del peligro del Mirandés, que pese a sus malos números fuera de casa "no te regala los partidos".

A las cinco bajas ya conocidas se suma la duda de última hora de Jeraldino, por molestias de rodilla.