Irarragorri garantiza el compromiso de Orlegi con el Sporting incluso en caso de descenso

Gijón

Sin eufemismos, sin ambages. Alejandro Irarragorri asume que los primeros meses de gestión del Sporting por parte del Grupo Orlegi han sido "un fracaso". Repitió el término constantemente a lo largo de los cincuenta minutos de inesperada comparecencia que ofreció este viernes, en el que quiso lanzar un mensaje tranquilizador sobre el futuro, constatando que Orlegi mantendrá su compromiso con el Sporting incluso en caso de descenso: "Seguiríamos invirtiendo y seguiríamos trabajando, porque creemos en el Sporting, creemos en su historia, creemos en su afición, creemos en su presente y creemos en su futuro". Con un tono conciliador y directo, el máximo mandatario rojiblanco pidió disculpas a la afición, mostró su confianza en revertir la "adversa" situación que se está viviendo y lamentó no haber tomado decisiones más drásticas en estos meses atrás para corregir la dinámica de una entidad que estaba mucho peor de lo que esperaban en el momento de invertir. "Nos quedamos cortos en el proceso de cirugía", admitía Irarragorri, que avisaba de que seguirán tomándose medidas y decisiones impopulares con el ánimo de mejorar la entidad.

Escoltado por el presidente ejecutivo David Guerra (que no intervino durante la comparecencia, que duró casi una hora) Irarragorri fue rotundo con respecto al balance de estos nueve meses al frente de la entidad: "Lo que ha pasado en las últimas 32 jornadas está muy lejos de la expectativa. Comprendemos que hemos fracasado hasta el momento. Quien no es capaz de reconocer y de verbalizar la palabra 'fracaso' jamás estará preparado para merecer y llegar al éxito. Todos en la organización sabemos que hemos fracasado con lo que nos hemos propuesto", comentaba el mexicano, que lanzaba un mensaje de "empatía total" para con la frustración de los aficionados.

Convencido de que el proceso sigue su curso, de que las medidas que se han ido tomando darán frutos y de que su experiencia en el fútbol mexicano vale para el español porque "es un deporte universal", Irarragorri trató de lanzar un mensaje optimista, pidiendo reiteradamente que se aparquen estos meses de fracaso y se centren todos los esfuerzos en los 65 días de competición que vienen por delante y los 30 puntos en juego.

Se mostró convencido de la capacidad de jugadores y entrenador para revertir la situación. No considera "temerario" apostar por un técnico como Miguel Ángel Ramírez, cuyo nombramiento llegó después de un "proceso de análisis" y convencido de que aportará a los jugadores "las herramientas necesarias" para competir mejor, pero no se atrevió a garantizar su continuidad hasta final de temporada: "No me atrevo a garantizar lo que va a pasar conmigo en veinte minutos", respondió.

Menos conciliador se mostró con el anterior ocupante del banquillo, Abelardo Fernández, al que en un tono aparentemente amable acusó de "no querer reunirse conmigo" y de no haber contestado a una carta enviada por el empresario mexicano al entrenador para buscar una salida dialogada.