"A mí me parecía que me arrancaban el corazón de la angustia que me entró. El fuego ya estaba allí y salimos disparados"

Oviedo

El fuego asedia Asturias. A estas horas (19:35) se contabilizan en Asturias 96 incendios forestales. El concejo de Valdés concentra las actuaciones de extinción y asistencia. Allí permanecen movilizados Bomberos del SEPA de diversos parques, efectivos de la Unidad Militar de Emergencias, BRIF de Tineo, de Tabuyo (León) y Laza (Orense), y dos Brigadas de Labores Preventivas del MITECO y cuatro empresas forestales y los 23 efectivos de extinción de incendios forestales procedentes de Galicia y Bomberos de Oviedo, además de contar con los efectivos de Guardia Civil, Policía Nacional, Agentes del Medio Natural y contar con la colaboración de las agrupaciones de voluntarios de Protección Civil y la Erie de Cruz Roja. También han permanecido trabajando en la zona tres helicópteros de Bomberos del SEPA.

A lo largo del día las personas desalojadas han ido regresando a sus residencias habituales. En el albergue provisional y avituallamiento de Cruz Roja del polideportivo de Luarca, a estas horas permanecen dos personas.

Vecinos desalojados

Del total de 375 personas desalojadas por la cercanía de las llamas a sus casas, 290 son de distintas localidades del concejo de Valdés, y para esas personas se ha habilitado el polideportivo Pedro Llera Losada, de Luarca, donde 56 vecinos pasaron la noche, unos fuera de las instalaciones, en sus coches y otros dentro. Otros vecinos fueron acomodados en varios establecimientos hoteleros de la zona, apartamentos o pensiones por la imposibilidad de llegar a Luarca por el corte de carreteras, tal y como nos ha contado Clara García, Jefa de la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil de Valdés.

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Entre esas personas que han sido desalojadas y acogidas en el polideportivo de Luarca está Joaquina Díaz, de Ranón, que nos ha contado que “el fuego ya estaba allí y salimos a cien. A mí me parecía que me arrancaban el corazón, de la angustia que me entró tan grande, porque además mi nieto se puso muy nervioso, y salimos disparados”. Por su parte, Luisa Francos, de la localidad de Lago recuerda que huyeron ante la proximidad del fuego en su propio coche “pero detrás del guardia y hubo un sitio que pasamos entre humo y palos ardiendo, y con mucho miedo porque casi no podíamos pasar; aquello era imposible, era terrorífico”.

En esta zona del occidente asturiano también han sufrido las consecuencias los camioneros que circulaban por la A-8 por la autopista del cantábrico y que ha estado cortada unas 12 horas, hasta este mediodía.

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El incendio del Monte Naranco que se prendió de madrugada con hasta 12 focos alumbrando la capital del Principado primero con lengua de fuego, que dejaban ver grandes concentraciones de humo, también obligó a desalojar a un total de 65 vecinos de Fitoria y Cuyences, que poco antes de las diez de la mañana pudieron volver a sus casas. Un vecino de los evacuados se lamentaba por lo ocurrido, al comprobar que “el fuego llegó a tres metros de la vivienda, y el perímetro quedó totalmente calcinado”. Otra vecina, que no llegó a ser desalojada nos relató cómo las sirenas les despertaron y pasaron mucha angustia con tres niños en casa viendo el fuego tan cerca.

Los vecinos desalojados en el pueblo de Fitoria y Cuyences volvieron a sus casas en preaviso porque el viento sigue soplando fuerte con rachas cambiantes que hacen que el fuego siga vivo en algunos puntos, si bien en la parte baja la situación está más controlada. Es la zona alta, cerca del pico la zona donde aún persiste el incendio que ha dañado gravemente el Naranco, el pulmón de Oviedo. En el centro de la ciudad era perceptible el olor a quemado y la ceniza producida por el incendio.