Cofiño alerta de que la pluralidad amenaza la convivencia si cae en un gesticulación excesiva
El presidente de la Junta pronunció su discurso con motivo del Día de la Constitución en un acto al que asistieron todos los grupos políticos excepto Vox
Oviedo
El Salón Europa de la Junta General del Principado ha acogido este martes el acto institucional con motivo del día de la Constitución que se celebra cada 6 de diciembre desde 1978-45 años contemplan ya a nuestra carta magna desde su proclamación -. Ahora que está en boca de todos, para defenderla, o para defender la necesidad de enmendarla, ye incluso para denunciar su supuesta vulneració, parece más pertinente que nunca su reivindicación sin que ello tenga que suponer contradicción alguna con nada de lo anterior. El parlamento regional, sede de la soberanía popular en el ámbito autonómico es en todo caso el lugar más indicado para ello y por eso allí se celebra habitualmente este acto institucional que convoca el presidente de turno de la Junta General. Este 2023 por primera vez le ha tocado a Juan Cofiño, que no ha eludido en su discurso las alusiones al complejo momento político y ha abominado de las tensiones provocadas por aspiraciones nacionalistas que en su opinión pervierten el pluralismo que consagra la constitución y ponen en peligro la convivencia democrática. Dijo el presidente de la Junta que "la pluralidad no puede llegar a destruir la convivencia y la propia democracia, a base de una excesiva gesticulación en sede pública". Cofiño se refirió a la Constitución como "lo mejor" construido por los españoles, aseverando que durante los 45 años que lleva de vigencia ha supuesto una "ganancia" para la sociedad en términos de derechos y libertades.
Además, mencionó la organización territorial del Estado para apuntar que el diseño de la arquitectura constitucional en el plano territorial "esta siendo impugnado en determinados territorios que, so pena de su especificidad, alientan la redención de su supuesta identidad de grupo, reclamando niveles de autonomía creciente que esconden la querencia por un estado propio".
"Sin embargo, el balance de estos 45 años de vigencia de nuestra constitución, atendiendo exclusivamente a la histórica problemática territorial de España, se ha saldado a partir de la implementación del Estado autonómico, equilibrando sensata y armónicamente, la unión y el particularismo, como corresponde a una sociedad plural como la nuestra", argumenta.
Entiende el presidente del parlamento autonómico que "se ha provocado un razonable acomodo a las demandas nacionalistas más reclamadas y sentidas en aquellos territorios con fuerte impulso identitario, sin quiebra de nuestra norma básica, utilizando, al efecto, mecanismos constitucionales ordinarios o extraordinarios".
"La respuesta ante las demandas crecientes de naturaleza identitaria siempre ha sido esta: cabe el nacionalismo no soberanista y no cabe el nacionalismo independentista. Con este criterio debemos encarar el futuro, apelando a la lealtad constitucional, o, si me lo permiten, al patriotismo constitucional en versión de Habermas. En cualquier caso, a la devotio a la casa común y compartida. Reivindiquemos, especialmente en este terreno, la cultura del pacto, que demanda pragmatismo y flexibilidad", dice.
POSIBLES REFORMAS PARCIALES
Juan Cofiño ha planteado, en su discurso, que durante 45 años "se han sucedido en la sociedad española cambios significativos que demandan una puesta al día por la vía de reformas puntuales y concretas que ayuden a la estabilidad institucional y política, eso sí, desde la premisa de amplios consensos al respecto".
Apunta posibles ámbitos de mejora "en lo relativo al régimen electoral, conectados con una mayor aseguramiento de la gobernabilidad y la estabilidad institucional, complementado, llegado el caso, con una reforma del Senado (sempiternamente postergada) que le habilite como una verdadera Cámara Territorial o caja de resonancia de las Comunidades Autónomas, toda vez que el modelo autonómico esta firmemente arraigado en sede constitucional y en el imaginario colectivo de los españoles".
También aboga por "constitucionalizar la cohesión social y los derechos sociales como objetivo fundamental del Estado y valor superior del Ordenamiento Jurídico, con especial mención a la irreversibilidad de las conquistas sociales acumuladas en el tiempo". Cree Cofiño que esa reforma "entronca directamente con el sentir muy mayoritario de la población española" ante la situación de precarización que "amenaza a una parte de la población, señaladamente a las generaciones más jóvenes".
"No quiero pasar por alto la imprescindible adecuación terminológica del vocablo 'disminuidos' al que alude el articulo 49 de nuestra Constitución para proceder a sustituirlo, cuanto antes, por la apelación a la 'discapacidad' en orden a la preservación de la dignidad de las personas", ha remarcado, igualmente.
Asimismo, ha apostado por "intentar constitucionalizar de alguna manera la gobernanza de la sociedad digital, en aras de salvaguardar nuestros derechos y libertades (realmente amenazados) por la eclosión imparable de estos nuevos entornos".
Otro aspecto que para el presidente de la Junta podría abordarse es el relativo a los derechos humanos y la regulación del régimen jurídico de personas refugiadas e inmigrantes.