La defensa del Sporting, en cuadro a cinco días del partido contra el Huesca

Gijón

A cinco días de recibir al Huesca en el primer partido de 2024, al entrenador del Sporting se le acumulan los problemas en la defensa. A la baja segura de Cali Izquierdoz (por sanción) se sumaban este martes dos ausencias en el entrenamiento: la de Pablo Insua, que entrenaba al margen por molestias musculares y encendía de nuevo las luces de alarma, y la de Guille Rosas, aquejado de una gastroenteritis. A todo esto hay que sumar la baja definitiva de Enol Coto, que se marcha cedido al Real Murcia hasta final de temporada.

Aunque queda tiempo para tratar de recuperar efectivos, Miguel Ángel Ramírez debe empezar a pensar alternativas para el domingo, especialmente para el centro de la defensa. De no recuperarse Insua, el canario tiene dos opciones principales sobre la mesa: pasar a Pascanu a su puesto natural (el centro de la zaga), aunque eso estaría supeditado a la recuperación completa de Guille Rosas para actuar como lateral, o apostar por Diego Sánchez, un futbolista que hasta ahora ha tenido una participación prácticamente testimonial, aunque el club se mantiene reacio a permitir su salida al Burgos, precisamente por situaciones como la que ahora se produce.

Precisamente el defensa Róber Pier comentaba este martes en Mareo que la clave para seguir en lo alto de la tabla pasa por mantener la solvencia defensiva, más allá de la posible incorporación de un delantero: "Sin ninguna duda: en Segunda los equipos que ascienden son los más sólidos defensivamente. Lo importante es el grupo, el bloque, la intensidad, darlo todo en cada partido y no dar nunca una mala imagen. Los goles se pagan mucho. Hay que intentar conseguir más goles, pero eso es un trabajo de todo el equipo. No porque traigas a un jugador vas a meter más goles", explicaba el zaguero.