La actuación "improvisada" de Serrat marca el tiempo de los discursos de los premiados

Oviedo

Joan Manuel Serrat: "Creo en el respeto al derecho ajeno y el diálogo como la única manera de resolver los asuntos justamente"

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Al cantautor, Princesa de Asturias de las Artes, no le gusta el mundo actual que calificó de “hostil, contaminado e insolidario, donde los valores democráticos y morales han sido sustituidos por la avidez del mercado y donde todo tiene un precio”...

“Creo en la tolerancia. Creo en el respeto al derecho ajeno y el diálogo como la única manera de resolver los asuntos justamente. Creo en la libertad, la justicia y la democracia. Valores que van de la mano o no lo son”.

Echando mano a uno de sus éxitos, Cada loco con su tema, prosiguió: “Prefiero los caminos a las fronteras, la razón a la fuerza y el instinto a la urbanidad”.

Finalizó su discurso con palabras de agradecimiento a las personas que han tenido algo que ver en su vida “maestros que han sido muchos, a mis compañeros, a los amigos que han compartido el camino conmigo y que me han estimulado y ayudado a sabiendas o no a recorrerlo y sobre todo quiero agradecer a mi mujer haberme permitido compartir la vida con ella”.

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“Gracias a mis padres que me la dieron y a mis hijos y a mis nietos que son mi mayor orgullo”.

Y también tuvo un recuerdo para sus seguidores y admiradores que han hecho de su música éxitos mundiales de habla hispana: “Gracias a los que han hecho suyas mis canciones y a todos los que desde los cuatro puntos cardinales se alegran conmigo al ver mi nombre unido a la rotunda lista de galardonados con este Premio”.

Ana Blandiana: "La poesía puede salvar al mundo"

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Blandiana, premiada en el ámbito de las Letras, volvió a poner a la poesía en su punto de mira, (lo ha hecho desde su llegada al Principado), reflexionando sobre cuál es su papel en el mundo en que vivimos “secularizado, tecnificado, informatizado y globalizado”.

Se preguntó si la concesión de su premio “¿puede considerarse una prueba de la importancia del capital de esperanza que la poesía sigue representando en este mundo?” “¿Puede la poesía salvar al mundo?”, prosiguió, recordando el papel que ésta tuvo en las cárceles comunistas de Rumanía como fenómeno de resistencia ante lo que sucedía. Los hombres recurrían a la poesía como medio de salvación, explicó. En la poesía se escondían las últimas moléculas de libertad, porque la gente “es capaz de construir otra realidad en la que podemos salvarnos de la soledad, de la indiferencia, del vacío de fe, del exceso de materialismo y consumismo y de la falta de espiritualidad”.

También recordó otra de las ideas que ha enunciado durante sus días de estancia en Asturias: “los robots podrán escribir poemas, rimas, epopeyas,… pero nunca podrán entender y sentir lo que en esos versos se esconde”.

Finalizó su intervención con las palabras pronunciadas por Miguel de Unamuno: «¡Me duele España!», ampliándolas a “me duele Rumanía y me duele el mundo” que, dijo, le resultaron también motivo de reflexión e inspiración para su obra.

Añadió que gracias a la Universidad de Salamanca, donde es Doctora Honoris Causa, está vinculada para siempre a España y, ahora aún más con la concesión del Premio Princesa de Asturias.

MichaeI Ignatieff: "Debemos todos luchar para ser mujeres y hombres libres en un mundo saturado de manipulación y mentiras"

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El Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales, comenzó su discurso agradeciendo su premio y cuestionando su merecimiento. Los premios son “un ajuste de cuentas con uno mismo”. Uno, añadió, “no puede evitar preguntarse: ¿da la talla todo mi trabajo?”. “Es el premio más importante de mi vida”, afirmó.

“Hoy la Casa Real reconoce muchos tipos de logros: artísticos, culturales, científicos. Por eso fue gratificante escuchar al jurado del premio decir de mí que la mezcla de «realismo político, humanismo e idealismo liberal (...) son su preocupación fundamental».

“La verdad es que, honradamente, no puedo decir que he tenido una única preocupación fundamental. El trabajo creativo es como escalar en la oscuridad. La mayor parte del tiempo no sabes dónde vas. Algunas veces ni siquiera sabes por qué lo estás haciendo”.

“Mirando ahora hacia atrás, también quisiera confesar cuánto temía a veces la libertad de cuánto tememos la mayoría de nosotros la libertad, cuán difícil es mantener la soberanía de nuestro propio juicio, ver el mundo tal como es, no como nos gustaría que fuera, cuánto, de verdad, debemos todos luchar para ser mujeres y hombres libres en un mundo saturado de manipulación y mentiras”.

Marjane Satrapi: "El humanismo es la salvación de la humanidad"

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La premiada en Comunicación y Humanidades retrató a la humanidad como una sociedad en la que el hombre es el único animal que mata a su hembra, pero también en la que algunos humanos pierden la vida a manos de sus torturadores para proteger a sus semejantes, para no denunciarlos, algo que, afirmó, “conoce muy bien”.

Una sociedad en la que aplaudimos de igual forma a una orquesta que a quienes organizan guerras. Enfrentó la necesidad de la educación al humanismo, porque grandes enemigos de la humanidad que ha habido en la historia estaban muy bien educados y estudiados.

“Quizás antes de educar a nuestros hijos para que tengan éxito económico y social, debiéramos enseñarles que el verdadero éxito radica ante todo en el humanismo”, reflexionó.

"El hombre por sí solo no sobrevive en la naturaleza. Sólo sobrevive juntándose con otros y creando sociedades. Y la condición sine qua non para lograrlo es la empatía".