Muere Paca, símbolo de la recuperación del oso pardo cantábrico

Oviedo

La Consejería de Medio Rural y Política Agraria ha practicado este jueves la eutanasia compasiva a la osa Paca ante sus problemas de movilidad, que se agravaron en los últimos días y que comprometían su calidad de vida. La decisión se tomó tras analizar el último informe veterinario sobre el animal, que revelaba un deterioro irreversible de su estado físico, así como una severa disminución de la reacción ante estímulos y una pobre condición corporal.

Paca, y su hermana Tola ,vivieron en régimen de semilibertad después de que un cazador furtivo abatiera a su madre cuando eran unas oseznas, en 1989. Paca, que ha sobrevivido a su hermana ocho años, tenía ahora 36 y padecía varias enfermedades y severos problemas de movilidad que comprometían su calidad de vida. Por ello sus cuidadores han estimado que lo más conveniente era la aplicación de la eutanasia para evitarle más sufrimiento.

En Santo Adriano, donde pasó sus últimos 30 años de vida recibió, la visita de miles de personas que desde la distancia observaban las evoluciones de dos animales cuya reintroducción en el medio natural se consideró inviable en su día, pero que sin embargo desarrollaron -de forma involuntaria- una impagable labor de sensibilización sobre la necesidad de preservar el medio natural y proteger a las especies vulnerables.

Paca fue bautizada con ese nombre por la mujer de Roberto Hartasánchez, el presidente del Fondo Asturiano para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS), que fue la organización que allá por 1989 organizó el rescate en Tineo de aquellos esbardos huérfanos. H

Por cierto que el cercado osero de Santo Adriano, al cuidado de la Fundación Oso, queda ahora la osa Molina, otra hembra nacida en 2013