Cazorla pone al Real Oviedo en la final del play off

Oviedo

Ni el guionista más oviedista que existiese podía escribir una escena tan acorde a la historia del club. Falta en la frontal del área al comienzo de la segunda mitad, Melero había adelantado al Almería de penalti en la primera parte, el Oviedo contra las cuerdas y el capitán que asume toda la responsabilidad. Por allí se acerca Alemao, también Colombatto, pero ese balón tenía nombre y apellidos: Santiago Cazorla González.

El '8' lo tenía claro: el palo donde estaba situado Fernando, guardameta de los andaluces, era su objetivo. Su pierna izquierda hizo el resto. Sí, la izquierda, la que domina igual que la buena, su derecha, que tantas alegrías ha dado a este país. Toque fuerte, pero sutil, con tacto y con la delicadeza suficiente para hacer un "pase a la red". Sencillo a la vista, pero difícil de ejecutar con tal perfección.

En una simple acción a balón parado se pude resumir noventa minutos de mucha emoción y muchos nervios en el Carlos Tartiere con casi 26.000 espectadores, que llevaron en volandas a los suyos y supieron levantar los ánimos e interpretar como tocaba su papel en los momentos más difíciles de la eliminatoria.

¿Y ahora? Pues el Oviedo se encuentra en el mismo punto que la temporada pasada a estas alturas. A las puertas de afrontar una nueva final, pero con una gran diferencia: la vuelta será en casa y eso, con dicha afición, invita al optimismo en cualquier rincón de la ciudad. Racing de Santander o Mirandés, uno de los dos visitará el Carlos Tartiere el sábado 21 de junio cuando se conocerá el último ascenso de esta Segunda División.