Andrés Ortega: "Las pantallas desestructuran la conversación y rompen relaciones"
El escritor y periodista, nieto de José Ortega y Gasset, es el XXXI Premio Internacional de Ensayo Jovellanos por la obra 'Soledad sin solitud'

Andrés Ortega, Premio Ensayo Jovellanos 2025, en la SER
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Asturias
"Si Edward Hopper hubiera pintado hoy su famoso cuadro 'Noctámbulos', ni el marco ni la situación serían tan diferentes, pero los tres clientes del diner estarían cada uno mirando a su móvil para ver, leer, escribir o mandar algo a alguien, o a nadie, quizás a una inteligencia artificial. La imagen de una pareja en un restaurante, absortos cada uno en la pantalla de sus smartphones, sin departir entre sí, sin siquiera mirarse, es común en cualquiera de nuestros países. Paradójicamente, la gran conexión que estamos viviendo genera una gran desconexión".
Esta es la esencia de 'Soledad sin solitud' (Ediciones), cuyo autor, el escritor y periodista Andrés Ortega recibe este jueves en Gijón el reconocimiento como ganador del XXXI Premio Internacional de Ensayo Jovellanos. Una reflexión literaria que, según el jurado, "distingue muy bien entre la soledad no buscada y la deseada, es decir, la solitud; esta última, entendida como la soledad que puede aportar bienestar y una agradable sensación de introspección".
El autor pone el foco en el uso de la tecnología y las redes sociales como elemento que distorsiona las relaciones humanas. "Nos roban atención y relaciones sociales, y nos impiden cultivar la indispensable solitud. La fascinación por las pantallas es desde los niños pequeños, lo vemos casi a diario con las experiencias que tiene todo el mundo, en los adolescentes todavía más, pero también en los mayores, con las cenas o comidas de amigos que acaban todos mirando el móvil. Y eso hace que se desestructure la conversación".
Andrés Ortega, nieto del filósofo José Ortega y Gasset, reflexiona sobre la soledad como una de las grandes cuestiones de nuestro tiempo. "Es una condición radical e inevitable del ser humano y a la vez producto evitable de algunas de las formas de vivir que hemos generado en tiempos relativamente recientes, consecuencia indeseada de la modernidad. Yo no la veo como una enfermedad, sino como un crecimiento de unas sociedades que se desestructuran, en parte por las neurologías, en parte por la urbanización anónima en la que vivimos cada vez más, y también por la falta de espacios de sociabilidad que han desaparecido. Por ejemplo, las fiestas de los pueblos, o incluso, para el que crea, ir a misa los domingos".
El autor defiende las relaciones afectivas como una vía de superación. "Yo creo que las relaciones afectivas son muy importantes. Aprender el arte de la conversación, como lo llamo, también es muy importante. Pero también tenemos que aprender, y eso se puede enseñar desde las escuelas, a crearnos espacios de solitud. Hay países donde se enseña, por ejemplo Japón que tiene un problema de soledad brutal, y por ejemplo Finlandia, un país no de cultura asiática, no de cultura oriental. Creo que es necesario educarse eso, y también saber aprender a desconectar de los aparatos".
El Premio, que cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Gijón y Caja Rural de Asturias, está dotado con 9.000 euros, siendo uno de los de mayor remuneración en el panorama nacional en este género literario.
En el mismo acto, la poeta madrileña Vanesa Pérez-Sauquillo recibirá la décimo segunda edición del 'Premio Internacional de Poesía Jovellanos' por la obra 'Poema por escribir'. El premio está dotado con 2.000 euros.




