El Sporting se pega un tiro en el pie

Gijón

Pocas veces, a decir verdad ninguna, se había visto en El Molinón una remontada como la del fin de semana. De hecho, la parroquia rojiblanca todavía trata de digerir como a los suyos les levantaron un 3-0.

Llegaba el Sporting con la necesidad de ganar después de tres derrotas consecutivas y la puesta en escena era óptima para los intereses de los de Garitano: partido en un Molinón repleto ante un rival que llegaba por debajo en la tabla. Todo parecía encaminado a un domingo de disfrute, hasta que el conjunto rojiblanco decidió relajarse y convertir la fiesta en un funeral. Dubasin, Gelabert y Gaspar se habían encargado de llevar el delirio a las gradas del municipal gijonés, aunque el descuento de la primera parte y la segunda iban a darle la vuelta a la tortilla.

Antonio Puertas fue el encargado de ir ajustando las distancias en el añadido. El túnel de vestuarios no sirvió de mucho. O sí, al menos para los manchegos que en el minuto 71 recortaban más el marcador con el gol de Agus Medina. Jon Morcillo en el 88 ponía el empate a tres y, cuando la afición ya cruzaba los dedos para llevarse al menos un empate, llegó el jarro de agua fría con otra diana de Morcillo desde los 11 metros, VAR mediante.

“Es difícil explicar cómo el mismo equipo puede ser tan superior en la primera parte, poniéndote con un 3-0, y echarlo todo por la borda en los últimos veinte minutos”, resumió Asier Garitano tras la derrota. “No hemos sido capaces de aguantar el marcador pese a la buena hora de juego que hemos tenido”, añadió.