Jiménez debuta en el Sporting con una victoria tan sufrida como necesaria
Los goles de Dubasin y Pablo Vázquez rompen la inercia negativa de un Sporting al que salvó Yáñez y que acabó con polémica

Los jugadores del Sporting celebran el gol de Dubasin. / LaLiga

Gijón
El Sporting hizo bueno el tópico que acompaña a los entrenadores debutantes con un triunfo tremendamente sufrido, que encauzaron los goles de Dubasin y Pablo Vázquez, que salvó Yáñez con una enorme parada y que pudo escaparse en la última acción del partido, en la que el árbitro señaló el final instantes antes de que Mario marcara un gol por la escuadra. Un final de infarto que supone un enorme alivio para un Sporting que reaccionó al cambio en el banquillo con más intensidad y velocidad, pero sin ser tan diferente a aquel que hasta, hace tres semanas, no había empezado a ser catastrófico con Garitano a los mandos.
Había descartado Jiménez hacer una revolución y lo cumplió. El once podía haber sido, perfectamente, uno elegido por el entrenador anterior. Tampoco hay más que rascar: la única duda razonable podía estar en el centro del campo, donde el nuevo técnico apostó por Justin Smith, dejando en el banquillo a Nacho Martín. El resto fueron los habituales, porque sigue quedando claro que la profundidad de banquillo del Sporting es nula. Hay futbolistas suplentes en este equipo que se ponen zancadillas a sí mismos y, como pudo comprobarse en este partido, no es metafórico. El cambio no fue radical aunque sí cambió lo principal: el resultado.
Con esos mimbres, esta vez al menos sí se vio a un Sporting intenso y luchador. Con la emoción por las nubes tras el sentido homenaje a la leyenda Iñaki Churruca, un tremendo ambiente en El Molinón y la expectativa por la capacidad de reacción del equipo tras lo sucedido durante la semana, arrancó un partido en el que el Sporting fue, a grandes rasgos, mejor que el Racing, aunque por sus propios fallos y un cierto miedo a ganar estuvo a punto de quedarse a medias.
Los rojiblancos salieron en tromba, con espíritu dominador, presión alta, defensa adelantada y volcando su ataque principalmente por la banda izquierda, con Gaspar especialmente participativo. Pero, curiosamente, el gol llegó desde la otra banda, con un gran centro de Guille Rosas a la espalda de la defensa y el atinado remate de Jonathan Dubasin. Primer objetivo, cumplido.
Solo habían transcurrido catorce minutos y el Sporting se plantaba ante un escenario sobradamente conocido y peligroso. ¿Qué hacer a partir de ese momento? ¿Defender lo conseguido con uñas y dientes o ir a por el segundo gol? Aprovechando ese momento de incertidumbre, el Racing dio un paso adelante y tuvo alguna llegada de Andrés Martín y una ocasión de Michellin a la que respondió bien Yáñez.
La más clara, en todo caso, la tuvo el Sporting: Dubasin perdonó la sentencia en una ocasión clarísima pero no sencilla, ya que El Pingüino se fue de tres defensas del Racing y le ganó el mano a mano a Ezkieta, pero al salir trastabillado de la acción no pudo atinar con el disparo entre los tres palos.
El 2-0 llegaría en la segunda parte en un remate de cabeza de Pablo Vázquez a la salida de un córner. El balón se coló con emoción en la portería racinguista, sin que el portero reaccionara y sin que ninguno de los defensores implicados en la acción pudieran hacerlo. Vázquez ya había peinado previamente un balón de cabeza que Ezkieta le sacó a Justin Smith.
Todo parecía sentenciado, pero sabemos que con este Sporting todo es posible hasta que pita el árbitro. Lo era con Garitano y también con Jiménez. Es posible que un delantero de 1.82 como Jeremy remate de cabeza fácil pese a la diferencia de altura con la defensa del Sporting para marcar el 2-1, que Yáñez tenga que hacer la parada del siglo para evitar el empate en una falta espectacularmente lanzada por Andrés Martín, que Kevin Vázquez dure tres minutos en el campo por una patada arriesgada pero que ni mucho menos tuvo la dureza que el árbitro consideró (nefasta actuación la de Manuel Jesús Orellana) o que en la última acción del partido el Racing marque un gol de bandera unos microsegundos después de que el árbitro señalara el final del partido, si bien no hay discusión sobre la invalidez del tanto, por mucho que los jugadores del Racing se quisieran comer al colegiado.
Mucha historia para un partido que tuvo un guion y unos protagonistas no tan diferentes a capítulos anteriores pero, esta vez, con final feliz (que falta hacía).

David González
Vinculado a SER Gijón desde 1998. Director de SER Deportivos Gijón y voz de los partidos del Sporting...




