Ángel González, el poeta de "las palabras de la tribu"

Oviedo

Un congreso internacional -con mirada amplia e integradora- sobre su obra, pone desde este martes el colofón académico a las celebraciones con motivo del centenario del nacimiento del poeta Ángel González. Lo organiza, en la Universidad que lo invistió Honoris Causa poco antes de su fallecimiento en 2007 –la de Oviedo- la cátedra que lleva su nombre, y que hoy reivindica la plena vigencia de una obra que tiene además una pléyade de herederos.

Cuatro de esos herederos éticos y estéticos del poeta ovetense serán los encargados de poner voz a algunas piezas de su obra en el recital que como complemento a las sesiones académicas se ha organizado en el Teatro Campoamor (martes a las 19:30); como Ángeles Mora o quien fue buen amigo suyo, Benjamín Prado.

Ángel González enganchó a su modo de escribir a autores más jóvenes y –más inopinadamente- a lectores jóvenes. La clave: la utilización de un lenguaje sencillo, que a base de giros irónicos dice más de lo que parece. La directora de la cátedra organizadora del congreso, Araceli Iravedra, lo describe como "un lenguaje inspirado en el habla cotidiana a partir del que explota muy bien los recursos coloquiales para elevarlos a categoría artística. Una artesanía fina que él utiliza a partir de las palabras de la tribu".

Las características de ese lenguaje serán objeto de análisis ya puramente académico en las conferencias plenarias y coloquios que hasta el jueves se sucederán el edificio histórico de la Universidad de Oviedo. Igual que su proyección en autores más jóvenes, o su relación con la música. O las características de su obra como documento histórico, lo que ha hecho en la sesión inaugural, el catedrático de la Universidad del País Vasco, Juan José Lanz, que descubre la crítica al franquismo que encierra una poesía indudablemente política y crítica: "incluso cuando parece que se esta distanciando del retrato político directo hay crítica de fondo. Sobre todo en la crítica del leguaje, que es donde tiene que trabajar un poeta".

Dice el profesor Lanz que el congreso del centenario es un momento ideal para actualizar la interpretación de un autor parte del canon poético de la Generación de los 50, que pide nuevas formas de leerlo.