'Días de oro', por Leila Guerriero
27/06/2020
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Me encantan los días como el de hoy. Son pocos y transcurren en un estado de plenitud violenta, de beatitud levitada, con una belleza que, apenas comienza, engendra su fin. Porque hay algo inaceptable en esta súbita capacidad de percibirlo y entenderlo todo -las hormigas y el asfalto, las macetas y los hombres-, como si se tuviera una lucidez inhumana. Es un estado que se desvanece rápido, un súperpoder, un borde peligroso: un paso más allá están la psicosis, la locura, el extravío en una lisergia incivil, irreversible. En estos días nada está bien ni mal: las cosas son, ejercen de ser las cosas, sólo hacen su trabajo. Se comprende lo que nunca se ha comprendido y todo parece conectado por una lógica matemática, una fecundidad fría. Hoy, desde temprano, el cielo estuvo gris y gélido. Parecía no el cielo sino la pampa, un sitio para perderse y no volver, para hacer poesía o hundirse en la tierra o mirar un arroyo. No se podía dejar de mirar, el parpadeo parecía un desperdicio. Mi cabeza estuvo todo el día brillante como una pista de hielo, y desde allí yo traccionaba ideas a la superficie como quien saca un pez tras otro, con esa tensión que comienza debajo del agua y se esparce por el brazo como una llamarada: el recuerdo de que se está arrancando algo con vida. El trabajo pendiente iba cumpliéndose de a poco, como maíz que entra en un molino y sale transformado en otra cosa. No había llamadas telefónicas, sino voces lejanas que decían cosas encantadoras y banales que me importaban poco. No había urgencias, sino cuestiones mundanas que contemplaba con una calma acuática y que resolvía en un instante. Todo tenía un orden hecho de luz. Nadé en el día como aquel verso de Juan L. Ortiz, que dice: De pronto sentí el río en mí, corría en mí con sus orillas trémulas de señas, con sus hondos reflejos apenas estrellados. Corría el río en mí con sus ramajes. Era yo un río en el anochecer, y suspiraban en mí los árboles, y el sendero y las hierbas se ap
Episodios anteriores
Seleccione una fecha o rango de fechas
Oh, Beth
No podría ser protagonista de nada porque está hecha para ser la fuerza oscura que sostiene la historia. Sin su amor torcido y su lealtad rabiosa, la trama sería apenas la de una disputa de tierras.
07/12/2025 | 04:29
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
00:00:0004:29El origen del fuego
Cuando todo falle –porque fallará- lo único que puede hacerse es permanecer cerca del fuego que le dio origen a todo: recordar por qué era que estábamos aquí.
30/11/2025 | 03:42
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
00:00:0003:42El desvío
No hubo epifanía, no pudimos recordar nada. Sólo éramos dos personas capaces de tomar un desvío para ver si una felicidad antigua había aguardado hasta que volviéramos a encontrarla.
16/11/2025 | 04:00
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
00:00:0004:00En el nombre de ellos
Vonnegut aparta la mirada, pudoroso ante la obra que acaba de crear, hasta que emite un gemido y dice: “¡Si esto no es bonito, yo no sé qué es! ¡Música, por favor!”.
26/10/2025 | 03:30
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
00:00:0003:30El rey de los vampiros
Así que el gorgoteo del dulce de peras, el ronroneo de la gata, el aroma de la lavanda, esa montaña de tibieza algodonosa lo hace temblar de agonía y le arranca chillidos de horror.
05/10/2025 | 03:20
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
00:00:0003:20El baile de Oriol
Todos, adictos o no, hemos tenido un momento así. Un momento en el que nos miramos al espejo después de haber atravesado un valle de sombra de muerte y nos decimos “Conque ahí estabas. Bienvenido. Ya estoy aquí. Y no te suelto”
21/09/2025 | 03:48
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
00:00:0003:48La fe en las aguas
En cualquier momento, el río puede cambiar su voluntad y devorarlos. Pero ellos avanzan confiando en que las aguas recibirán su acto de fe -su ansia por el brote de la vida-, y lo devolverán multiplicado. No tienen más guía que su viaje hacia lo incierto.
13/07/2025 | 03:57
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
00:00:0003:57El susto
Me preguntaba “Cómo voy a lograr vivir de la escritura, por la escritura, para la escritura”, y luego venía esa extraña certeza, esa voz infundada que me decía “Voy a poder”
22/06/2025 | 04:13
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
00:00:0004:13Taxonomía
Y entonces, como escribió Clarice Lispector, “Estaba organizada para consolarme de la angustia y del dolor. Pero ¿cómo me consuelo de esta simple y tranquila alegría?”.
15/06/2025 | 03:12
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
00:00:0003:12El rastro de las flores
Llegué a la cala donde el mar, apretado entre los hombros bestiales de las rocas, parecía beber su azul directamente del cielo
01/06/2025 | 04:24
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
00:00:0004:24





