Un tercio del PIB de África traspasa fronteras cada año

En 1990 un ferry llamado Scandinavian Star se incendió y murieron 159 personas. La policía noruega ha investigado durante casi 25 años y aun no ha podido establecer quién era el dueño de aquel barco. El ejemplo lo ponía ayer un ex ministro de Desarrollo noruego, Erik Solheim, en un artículo publicado en una famosa página web de opinión. El político noruego se quejaba por la práctica imposibilidad que existe de seguir la pista al dinero sucio en sus vueltas y revueltas por el mundo. Por dinero sucio entiende no solo el que procede del mundo de crimen sino también el que sale de los países desarrollados y en vías de desarrollo para no tener que pagar impuestos. Según este caballero, un tercio de todo el dinero que se produce en África, un tercio de su Producto Interior Bruto, abandona cada año ese continente y se sitúa en los paraísos fiscales, desde donde luego se rentabiliza de diferentes maneras. Es decir, que de África emigra muchísimo más dinero que personas, pero las personas son consideradas ilegales y las rutas por las que huyen son vigiladas hasta con satélites, mientras que el dinero viaja felizmente vía Internet, sin molestia alguna. No se trata de que el dinero no se mueva, por supuesto. Pero quizás si no pudiera hacerlo antes de pagar los impuestos que debería pagar, no habría tantas personas que necesitan emigrar para poder vivir, se plantea el ex ministro. Suena razonable, ¿no creen?