Un ministro sin soluciones

El Gobierno insiste en su discurso tremendista sobre la inmigración. En sus visitas ayer a Ceuta y hoy a Melilla, el ministro del Interior mantiene la tesis del peligro de avalancha de inmigrantes sino se hace algo para frenarla. A pesar de que todas las Ongs que trabajan en la zona, que expertos en movimientos migratorios y los propios inmigrantes que han intentado el salto le desmienten, Jorge Fernandez Díaz mantiene que decenas de miles de subsaharianos estan preparándose para entrar a España. No solo los testigos, los datos también le desmienten. El año pasado fue uno de los años en los que menos inmigrantes entraron a través de esas fronteras. Aunque eso al ministro le da igual. Intenta que el discurso tremendista desvíe la atención sobre la actuación de la Guardia Civil en Ceuta, hace justo hoy un mes, y que le costó la vida a quince personas. Insisto, a quince personas, y remarco lo de personas. El tour del ministro por las dos ciudades autónomas nos deja imágenes impagables, pero nos deja también claro cuál es la estrategia del Gobierno en esas fronteras. Habla el ministro de cuestión de Estado, de reforzar las vallas, de ver cómo se puede impedir la entrada de los inmigrantes. En ningún momento habla de qué se puede hacer para ayudar a los que se ven forzados a abandonar sus países, de acoger, de regular la entrada, de aplicar no protocolos de expulsión sino protocolos de asilo y de refugio. No hay decenas de miles de inmigrantes esparando para invadir España. Hay centenares de inmigrantes, de refugiados, de personas, vuelvo a repetir, de personas intentando huir de lo peor para buscarse la vida. Y aquí el Gobierno les sube un poco más la valla y les presenta como un auténtico peligro para la seguridad de este país.