África necesita algo más que una declaración de intenciones

La Cumbre entre la Unión Europea y África va a cerrarse hoy con un acuerdo de cooperación entre 80 países de los dos continentes para luchar contra el tráfico de seres humanos, en realidad contra la huida del hambre y de la guerra de cientos de miles de personas. No estaba en el orden del día pero la presión sobre la frontera sur, la española y la italiana ha conseguido que se hable del tema. Hubiera sido absolutamente insólito que esta cumbre, en la que tantos intereses económicos tiene Europa en juego no abordara el problema de la frontera sur, también desde el punto de vista de los seres humanos que tratan de salvarla a cualquier precio. "Es muy difícil que quien no tiene nada que perder para vivir no intente salir de su país", decía ayer el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy La declaración de intenciones está bien, la letra pequeña habla además de reforzar el control de fronteras, de fomentar la emigración regular, potenciar el retorno, reducir el coste de las remesas, es decir lo que les cobramos por enviar dinero a sus familiares desde aquí, y abordar las causas últimas de la emigración. Las causas últimas exigirían no sostener regímenes impresentables y levantar los aranceles que penalizan la exportación de los productos agrícolas africanos. Por ejemplo, con democracia, libertad y trabajo es más fácil que no vengan. Veremos qué dice el texto final, que se firma hoy, sobre las causas últimas de la emigración. El borrador pide también respetar los derechos humanos. Se puede empezar por no quitarles la cartilla sanitaria.