Felicidades Sevilla

Felicidades Sevilla, y a todos esos seguidores que ahora regresan por carretera en autobús a Sevilla después de sufrir y terminar disfrutando esa final de anoche en Turín, que nos llevó hasta la tanda de penaltis después de una prórroga y un partido apasionante en el que el Benfica llegó a tener acorralado al Sevilla en los últimos minutos de la primera parte. Pero la maldición de aquel entrenador húngaro que no quisieron renovar en el Benfica, después de hacerle campeón hace más de 50 años, sigue vigente. Ese húngaro (Bela Guttman) les vaticinó que no volverían a ganar una final europea y han pasado 52 años y el Benfica ha perdido todas las que ha jugado desde entonces, y con la de anoche ya van 8.

Fue cruel para el Benfica perder por octava vez una final así, porque el Benfica tuvo más ocasiones y llegó más entero al final, pero el fútbol lo decide el que aprovecha su momento, y Beto, un portero portugués, de Lisboa precisamente, fue el que paró al Benfica en las puertas de esta final, y le dio la copa al Sevilla con dos paradones en los penaltis.

Es la tercera copa europea para el Sevilla, que atravesaba momentos de zozobra en estos últimos tiempos. La suerte les ha sonreído y nos llena de alegría a todos esta mañana. Sevilla y Andalucía necesitan estas alegrías y estas noticias, el fútbol de nuevo nos amortigua otras penas. Es lo que mejor nos está funcionando hasta ahora.